La exposición Picasso 1906, que se podrá ver hasta el 4 de marzo de 2024, supone un acercamiento a la obra más temprana del pintor malagueño.
En 1907 Pablo Picasso (Málaga, 1881 – Mougins, 1973) se convertía, junto a Georges Braque (Argenteuil, 1882 – París, 1963), en el creador de un nuevo movimiento artístico conocido como cubismo. Fue este período el que llevó al pintor español al reconocimiento internacional, sin embargo, el comienzo de su carrera se remonta varios años antes de 1907. La exposición Picasso 1906, recientemente inaugurada en el Museo Reina Sofía, permite una mirada al período previo a Las señoritas de Avignon, prólogo de lo que sería su etapa más fructífera, con el propósito de demostrar la entidad propia que ya tenían sus obras anteriores al cubismo. Pablo Picasso era mucho más que un cubista.
Esta muestra forma parte de la Celebración Picasso 1973-2023, que conmemora los 50 años de la muerte del artista. Se suma a una serie de eventos que han tenido lugar a lo largo de un año, como la primera exposición inmersiva de Picasso en España o la exposición Picasso Chanel, que demuestran la importancia que ha tenido Picasso no solo en el arte español, sino también en el internacional.
A lo largo de las décadas se ha cuestionado a Picasso como pintor, sin embargo, esta exposición sirve para certificar su figura como artista y dibujante. Con 25 años, el trabajo del malagueño se aproxima a la desnudez del cuerpo humano femenino y masculino e, incluso, a la sensualidad, desarrollando su obra en tres registros: el cuerpo, la forma y la interculturalidad. Se embarca en la idea de «cuerpo en representación», una búsqueda de la relación entre cuerpo y cultura.
La exposición da a conocer al malagueño más allá de sus cuadros más célebres, ahondando en sus primeras aportaciones al arte moderno. Un artista que comenzó con un realismo más puro, como se puede ver en su Tête de femme, y con predominio de los colores terrosos y cálidos. Sin embargo, ese color pasaba a un segundo plano, otorgando mayor importancia al dibujo en sí y a las líneas. El movimiento también se encuentra presente en las primeras obras de Picasso. Una serie de cuadros de jóvenes peinándose evidencian ese aspecto dinámico que desembocaría en un movimiento mucho más exagerado en su época cubista.
Picasso 1906 está formada, mayoritariamente, por obras del pintor del Guernica, aunque también se exponen los trabajos de otros referentes que influyeron en Picasso. Es el caso de El Greco, Corot o Cézanne, o también del arte íbero y del llamado art nègre. Además, también se muestra el peso que tuvo su pareja Fernande Olivier en estos años, quien le sirve como punto de experimentación de nuevos lenguajes plásticos.
Esta muestra es un reflejo del camino por diferentes estilos que llevó al artista a su época dorada. Evidencia el talento que ya tenía Picasso desde joven y nos enseña esa mezcla de diferentes culturas con el estudio del cuerpo humano a través de una serie de retratos. Una etapa que forjó al genio y referente internacional en el que se convertiría Pablo Picasso y que ya empezaba a echar raíces en 1906.
Más información
La exposición podrá visitarse de lunes a sábado (martes cerrado) de 10:00 a 19:00 h o de 19:00 a 21:00h. El último acceso se realizará media hora antes del cierre del museo. Comprando la entrada a esta exposición se podrá acceder al resto del museo.
