La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acoge estos días en Madrid una exposición con la herencia artística de la conocida galerista y de su colaboradora, Helga de Alvear. Aunque nacida en Salónica (Grecia) a finales del siglo XIX, Juana Mordó desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en nuestro país, al que llegó en plena Segunda Guerra Mundial. En España encontró un refugio y una oportunidad bien aprovechada de empezar de cero su vida desde el apasionante mundo del arte. Con los años, los contactos y una notable sensibilidad para las artes plásticas, Mordó llegó a convertirse en un referente fundamental durante la segunda mitad del siglo XX, pionera y fundadora de una galería de arte de vanguardia en la capital.
Tras su fallecimiento en 1984, otra mujer también plena de entusiasmo y entregada a la cultura recogió el testigo de Juana Mordó y prosiguió con la labor artística de su maestra. Ella, Helga de Alvear, colaboradora y amiga, es quien ha permitido que podamos disfrutar de un legado artístico dedicado a la vanguardia española que actualmente está disponible para el disfrute de todos en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El lote de la donación Mordó-Alvear está compuesto por obras de algunos de los pintores más representativos de los años 50 a los 80, varios de ellos pertenecientes a Corporación Académica, como el genial Rafael Canogar, que expone su Cabeza, nº 7. Homenaje a Julio González. También cuenta con obras de figuras independientes tan importantes como Francisco Farreras o o el japonés afincado en España Mitsuo Miura, artistas con una búsqueda común: una plástica del informalismo o del ‘arte otro’.
Algunas de las joyas de la exposición son anteriores a las vanguardias de los 50. Una plancha de cobre de Salvador Dalí titulada La vida es sueño y dos dibujos, uno surrealista de José Caballero y otro del pintor manchego Gregorio Prieto, que aportan el testimonio de la mejor pintura que abrió la brecha de la modernidad más radical en nuestro país.
El Legado Mordó-Alvear se expondrá en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hasta el 8 de enero de 2012 Imágenes cedidas por la Real Academia de Bellas Artes