Se esconden en nuestras estanterías, aguardando el momento en el que pasarás tus dedos por encima de su lomo, acariciándolo mientras ellos ronronean. Son esos libros modestos, pequeñas maravillas que suelen pasar desapercibidas, la mayoría fruto de regalos más o menos infructuosos. No piden mucho, sólo que los abras y les des una oportunidad. El círculo de fuego, de Marianne Curley, es una de esas adquisiciones humildes que provocan una ávida lectura y cuyas tapas se pegan con pegamento a las manos.
Cuando Jarrod Thornton llegó a Ashpeak Mountain, lo último que esperaba era que una compañera de su instituto le asegurara que tenía poderes mágicos y que su familia era presa de una maldición milenaria. Él no se cree ni una palabra, pese a que los accidentes y la mala suerte se ceban con él y su familia. Unos días más tarde, Jarrod acabará aceptando la ayuda de Kate hasta las últimas consecuencias: juntos viajarán en el tiempo hasta la Edad Media con el fin de encontrar el origen del maleficio.
Nada nuevo bajo el sol. El primer libro de Marianne Curley no es particularmente original en el fondo, lo que no es óbice para no disfrutar de una lectura tan recomendable y emocionante. tan cercana que da la sensación de que te puede pasar a ti. Es, sin embargo, la forma lo que añade un atractivo añadido y novedoso: la narración en primera persona y en presente, alternando entre los puntos de vista de Kate y Jarrod. De esta manera, Curley crea unos personajes muy reales, permitiendo al lector meterse en la cabeza de los dos protagonistas y vivir la historia desde un estilo muy activo.
Una manera muy arriesgada de contar una historia, pero que puede dar grandes resultados. No obstante, la fórmula no ha funcionado tan bien en otras novelas que lo intentaron después, como la anodina trilogía El círculo secreto, de Libba Bray. Nada que ver con el círculo de fuego en ciernes.
Encuadrada dentro del género juvenil romántico, la autora presenta una historia convincente que engancha desde el primer capítulo, aunque no será hacia la mitad del libro —con el viaje al pasado— cuando la trama se vuelve realmente interesante y adictiva. Magia, aventuras y romance se mezclan en la Edad Media, dejando al lector con el anhelo de que la novela no termine.
Pero si este libro es tan asombroso es principalmente por dos motivos. El primero: El círculo de fuego invita a disfrutar de múltiples relecturas sin perder la esencia en ninguna de ellas. El segundo: el lector de fantasía tiene un perfil muy definido que encaja muy bien con la protagonista. Kate es vejada, humillada y víctima de acoso escolar, algo que los lectores habituales del género suelen encontrar muy familiar.
De vez en cuando, cada cierto tiempo, releo esta historia, deteniéndome en mis pasajes favoritos. No necesito ninguna excusa. Simplemente, el libro me llama. Me sumerjo entre las páginas y vivo una vida paralela a través de sus entrañables personajes. Y todo con un librito de aventuras bastante humilde que nunca llegará a ser una joya de la literatura universal. Ni falta que le hace.
Título: El círculo de fuego
Autor: Marianne Curley
Editorial: Salamandra
Páginas: 256
Año de edición: 2001