La Navidad es una época contradictoria para el cuerpo humano. Si bien no paramos de llenarlo de dulce chocolate, turrón blando o crujiente y delicioso jamón, queremos cubrirlo con nuestras mejores galas.
En esta época empiezan las cenas universitarias y las de empresa, donde todas queremos ser las más elegantes pero sin perder el toque festivo que exigen estos eventos.
Luego llega la Nochebuena, esa cena en la que la elección del vestido determina la dirección de los comentarios de los familiares más puntillosos. Fin de Año pide algo más sexy y a la vez más cómodo para poder salir de fiesta preciosa pero capaz de esquivar al personal perjudicado.
Así como los lugares más emblemáticos de la ciudad se atestan de luces, las tiendas se llenan de vestidos. Muchos desafortunados paillettes que parecen sacados de un carnaval sin clase compiten con algunos trajes más sosos que un huevo sin sal. Y la amplia mayoría de ellos, de color negro.
¿Qué hacemos, pues, para elegir correctamente? Estos diez vestidos negros reinventan el clásico little black dress, son agradecidos y combinables. Te salvarán de más de una intrincada situación navideña, cuando creas que está todo perdido.
