Incendis (Incendios) es la historia de tres generaciones de mujeres libanesas de una misma familia. Incendis también es la epopeya de dos hermanos en busca de sus orígenes después de la muerte de su madre, cuya herencia será descubrir un trágico pasado. Es la historia de un pueblo castigado por la guerra y claramente una demostración de dignidad.
Con un reparto de solo ocho intérpretes, lo que obliga a que todos los actores hagan más de un papel, Clara Segura y Julio Manrique se desdoblan en diferentes personajes mediante saltos temporales que van hilando el intermitente argumento de la obra. El dramatismo de Incendis se refleja mediante la venganza y el horror a la guerra, además de la figura de Nawal Marwan, una madre desolada que despierta tanta rabia como compasión. Recordando la crudeza y ambigüedad soflociana de Edipo Rey se trata de una pieza teatral con una tensión dramática que corta el aliento al espectador.
Lo novedoso de esta obra no es simplemente la austera decoración que viste el texto: mangueras, cubos, arena, agua, sillas… ni el tratamiento delicado de la luz, sino el espacio escénico. El director barcelonés Oriol Broggi deconstruye el Romea sin añadir artificios. Juega con el espacio dando lugar a un escenario central que sitúa al público frente a frente, consiguiendo un ambiente único e inigualable. Broggi exprime a fondo las posibilidades estéticas del texto. Lo entiende y lo contextualiza, le añade belleza, trata bien sus tiempos y mantiene una destacable atención por la banda sonora, sea en forma de rock o como realce emocional en ciertas escenas duras de digerir. Asombra al público con el más mínimo detalle, atreviéndose con metáforas directas y captando la magnitud de la tragedia hasta el final.
Incendis es una obra de amor y de odio, de sed y venganza, de sangre y muerte, con una espectacular puesta en escena que traspasa el alma. La fuerza de Wajdi Mouawad queda perfectamente reflejada en este viaje épico a la Historia, desde lo contemporáneo, con un epílogo que roza casi la catarsis. En definitiva, un montaje lírico que no deja a nadie indiferente.
