Llega a Netflix un film en stop motion donde se cuentan tres historias tenebrosas con un elemento en común
No sabes qué ver. Entras a Netflix. No encuentras nada en su catálogo que te aparte de la monotonía del día a día, ¡hasta que descubres La Casa! A juzgar por su apariencia parece un film para niños, ya que sus personajes principales son muñecos, ratones y gatos. Sin embargo, los creadores de cada historia consiguen sumergir al espectador en una pesadilla al estilo de Black Mirror o de Tim Burton.
Netflix había estrenado recientemente la segunda temporada de The Witcher, donde en su primera entrega se pudo observar cómo jugaba con el pasado, presente y futuro despistando a sus espectadores. La Casa también ha optado por utilizar referencias temporales, pero esta vez sin confundir a su audiencia.
I. Y DENTRO SE OYE TEJERSE UNA MENTIRA
La primera historia, dirigida por Emma de Swaef y Marc James Roels, se remonta a la época victoriana. Sus protagonistas son muñecos: un matrimonio con una hija pequeña y un bebé. Carecen de recursos económicos y el destino les sorprenderá regalándoles una mansión para ellos solos. Lo que se ve en un principio como un milagro, realmente se convertirá en su peor pesadilla.
II. LA VERDAD QUE NO SE GANA ESTÁ PERDIDA
Niki Lindroth von Bahr sitúa al espectador en el presente en la segunda historia. En este caso, su protagonista es un ratón que ha restaurado su mansión para poder venderla, pero la casa está repleta de cucarachas y ciempiés. El restaurador tendrá que acabar con esta plaga si la quiere vender, aunque existe cierto matrimonio muy interesado en su compra a pesar de ello.
III. VUELVE A ESCUCHAR Y AL SOL BUSCAR
En la tercera historia, Paloma Baeza inventa una ficción que nos lleva hasta el futuro. Rosa, una gatita obsesionada con reformar su mansión para poder alquilarla, hará todo lo posible para preservar su hogar, aunque se encuentre en un lugar donde hay frecuentes inundaciones que afectan a la vivienda.
Planos simétricos, suspense y ‘cara de tonto’. Así acabas tras ver estos tres episodios de media hora cada uno. Necesitan una lectura profunda y repetida para poder retener todos los detalles y, así, asimilarlos.
Las tres historias, a pesar de que transcurren en periodos temporales diversos y son protagonizadas por personajes aleatorios, ocurren en la misma casa. Y no sólo cuentan con este elemento en común. Los personajes de las tres secuencias están frustrados con sus respectivas vidas, son ansiosos y no se conforman con lo que poseen.
El ser humano es de naturaleza caprichosa, una vez que consigue su objetivo ya está a la busca y captura del siguiente, sin apreciar lo que tiene. Los personajes de La Casa no valoran lo que poseen y por avaricia desearán volver a sus antiguas vidas.
La casa es una comedia oscura con ciertas pinceladas inquietantes que aluden en ocasiones, por sus planos y terror psicológico, a filmes como El Resplandor (1980) o Los Mundos de Coraline (2009). Se crea una atmósfera escalofriante sacada de la más simple y llana cotidianidad, como si los episodios surgieran de la maquiavélica imaginación de un niño mientras juega con su casa de muñecas y mete en su interior a todos sus juguetes.
La trama de la película, disfrazada de varias épocas y con personajes desquiciados, es una crítica a la desmesurada obsesión por el consumismo y el hecho de adquirir y adquirir cada vez más bienes materiales. Su finalidad es hacer ver a los espectadores que no siempre lo que ansías conseguir es lo que necesitas, porque estos personajes han logrado satisfacer sus caprichos, pero sus vidas no han mejorado, sino todo lo contrario.
