Los amantes del jazz deben conocerle. Nitai Hershkovits (Israel, 1988) es un pianista y compositor conocido a nivel internacional gracias a sus trabajos con el bajista Avishai Cohen. Elogiado por la crítica, The New York Times ha dicho de él que “Hershkovits es un prodigio genuino. Todavía no ha llegado a los 30 pero ya toca con relajada autoridad”. Por su parte, Avishai Cohen asegura que “sus habilidades técnicas son alucinantes, pero esto no es nada en comparación con sus capacidades expresivas. Él no toma el camino más fácil.”
Inmerso en su nuevo trabajo, desde Cultura Joven hablamos con Nitai para que nos cuente en qué consiste su nuevo álbum y cuál es su relación con la música y, en especial, con el piano.
P: ¿Cómo ha sido su gira por España en febrero? ¿Planea volver próximamente?
R: La gira estuvo genial, mucho mejor de lo que esperaba. Parecía que la prensa y el público estaban ansiosos por ver nuestras actuaciones y eso hace que quiera volver muy pronto. El siguiente show será, de hecho, en el Festival Internacional de Jazz, en Vejer (Cádiz), el próximo 27 de mayo.
P: ¿Cómo definiría su último álbum I asked you a question? ¿En qué se diferencia de sus otros trabajos?
R: Éste álbum es muy diferente, en el sentido del progreso del trabajo. Antes solía grabar sesiones en directo con horas de estudio exactas y composiciones que ya sabía que iba a tocar. En este nuevo álbum, me senté junto con Rejoicer en el estudio (que es con quien he coproducido el álbum y el responsable del ritmo) y empezamos desde cero. No sabíamos qué era lo que iba a pasar, así que comenzamos poniendo algunos acordes juntos, varias muestras de diferentes vinilos y llamamos a algunos amigos para que añadieran lo que consideraran mejor encima de lo que ya habíamos grabado. El resultado es una mezcla ecléctica de jazz, con sonidos y ritmos electrónicos análogos, rock progresivo y más. Estoy muy contento y orgulloso con lo que hemos creado, especialmente porque siento que, a través de un mismo hilo conductor, me las he arreglado para mostrar la mayoría de mis contrastes musicales en un solo álbum.
P: Es conocido por trabajar con el compositor y bajista Avishai Cohen. ¿Cómo comenzó a trabajar con él y qué siente cuando actúan juntos?
R: Yo tocaba en conciertos en un café de Tel Aviv por aquel tiempo. Ni siquiera tocaba el piano en aquel show, tocaba un órgano Hammond B3 junto con un baterista, y Avishai pasó por allí y escuchó. Después, toqué el piano para una grabación preciosa del gran flautista Ilan Salem llamada Wild. El álbum fue lanzado con el sello discográfico de Avishai, RazDaz, así que esa fue la segunda vez que me escuchó tocar y me invitó a ir a su casa para seguir tocando. Estuvimos horas y horas hasta que me uní a la gira y comencé a grabar con él.
Definitivamente, he aprendido muchísimo sobre música durante estos cuatro años en los que he trabajado con él. Solemos compartir las mismas ideas y coincidimos con la música que queremos crear, así que el trabajo fluye con facilidad y es creativo y productivo, no solamente cuando ensayamos. Él tiene mucha experiencia como líder de una banda, así que lo escuchaba con atención cuando ensayábamos o hablábamos sobre música. Nunca se compromete con la música o la calidad de la misma. Creo que para él es muy importante conseguir el resultado más cercano a aquello que escucha en su mente. Aún practica diariamente y nunca siente que ha conseguido aquello que quiere. Eso es una bendición si sabes manejarlo bien. Pasé tiempo con algunos de mis héroes durante el tiempo que estuve con Avishai, incluyéndole a él mismo. Estar rodeado de músicos de tan alto nivel ha tenido un gran impacto en mi música y en mi carrera. Estoy tan agradecido como uno pueda estar por haber tenido esta oportunidad.
P: En palabras de Avishai Cohen, pertenece a “esos músicos que se expresan profundamente a través de su arte”. ¿Qué significa el arte para usted? ¿Es una necesidad? ¿Por qué empezó a tocar?
R: Empecé porque mis hermanos asistían a clases de piano cuando yo aún era muy pequeño y solía imitar lo que había escuchado después de la clase. Sin embargo, no fue hasta que tuve 15 años cuando comprendí que el piano era completamente mi instrumento. La música es la mejor forma de expresarme. Siempre he sentido que las palabras hacen todo más pequeño. Con la música tengo la oportunidad de pronunciar una idea que, aunque no tenga ningún significado objetivo, se puede interpretar. La música se convirtió en una necesidad para mí desde el día que comencé a tocar. Mi familia y yo solíamos ir de viaje a Europa todos los años y lo que hacíamos era buscar un lugar que tuviera un piano, de lo contrario no podía estar tranquilo.
P: Empezó a tocar el clarinete, pero luego se decidió por el piano. ¿Qué le aporta este instrumento que no tienen los demás?
R: Recuerdo decirle a mis padres que el piano era mucho mejor porque puedes tocar tantas notas como quieras al mismo tiempo. Después comencé a escuchar grabaciones de música jazz y a transcribir solos en el piano. Eso era algo obvio para mí, ya que tenía el mejor instrumento.
El piano tiene sus limitaciones como cualquier otra cosa del mundo, pero comparado con otros instrumentos te permite hacer casi todo lo que quieras sin comprometer a la música. Es el único instrumento que ha sido comparado con una orquesta. Tienes una cosa enfrente de ti que incluso apoyándote en ella va a emitir un sonido, como una pared blanca en la que cualquier cosa que dibujes aparecerá a la vista. Me gusta ese reto de tener más y más posibilidades de sonidos y sombras bajo mis dedos. Siento que eso ayuda a expresar diferentes sentimientos y cada pequeño movimiento produce un sonido distinto. Con un violín, por ejemplo, primero tienes que aprender cómo sostener el arco y luego dónde poner los dedos para que esté en el tono, etc. El piano es horizontal y tienes que ver todas las notas desde arriba cuando tocas o compones. Esa es una gran ventaja y una de las razones por la que muchos músicos eligen el piano para componer.
P: ¿Qué le aporta el jazz que la música clásica no?
R: Me aporta cosas diferentes. El jazz se basa en la improvisación. Te está permitido hacer cualquier cambio que quieras en las partituras. En cambio, en la música clásica, el énfasis reside en la interpretación de la pieza, por lo que la diferencia entre cada músico es mucho más sutil. Pero, en realidad, no hay por qué comparar. En mi opinión, cada género tiene sus pros y sus contras. Mi ideal es conseguir hacer que el sonido suene improvisado, pero escrito al mismo tiempo.
P: ¿Quiénes son los músicos que le inspiran?
R: Es una gran pregunta. Te puedo decir que últimamente estoy escuchando a un grupo de rumba cubana llamado Yoruba Andabo. Me gusta a pesar de que no tiene ningún instrumento armónico o melódico. Tocan tambores Batá, congas y voces. También escucho a músicos clásicos. Estos últimos meses he escuchado a Andras Schiff, Myra Hess y Leonard Bernstein.
P: ¿Futuros proyectos?
R: Acabo de lanzar mi nuevo álbum, I asked you a question, en digital. Será publicado en copias físicas (CD Y LP) en mayo. Estaré de gira para este nuevo proyecto. Los shows estarán acompañados por Rejoicer en los ritmos, los sintetizadores y la electrónica. Yo me encargaré de las voces, los sintetizadores y el piano. También iré de gira solo con mi piano. El tour se grabará a finales de año con piezas escritas especialmente para esa ocasión.
