Pocos grupos de teatro pueden presumir de haber cumplido el medio siglo. Cuando hace 50 años Albert Boadella comenzó la aventura de Els Joglars junto a los actores que había conocido en un curso de mimo que él mismo impartía, pensó que en unos seis meses todo habría acabado. No podía estar más equivocado.
Era el mes de mayo de 1961, y lo que al principio fue un encuentro entre personas que compartían los mismos intereses, se materializaba en diciembre de ese mismo año en la firma del acta fundacional de Els Joglars. Había nacido la compañía catalana de teatro independiente que revolucionaría el panorama de la época, con la ironía, el sarcasmo, el sentido del humor, la tragedia ‘divertida’ y la crítica política como colores de una bandera que cumple ahora cinco décadas.
La fama de grupo alternativo y vanguardista que precedía a Els Joglars chocó pronto con un régimen al que no parecían temer. En 1976, su décimoquinto aniversario fue noticia en el NODO; en 1977 acabaron en prisión y se enfrentaron a un consejo de guerra militar por representar La Torna; durante la Transición sufrieron la censura; y en el 83, con Teledeum, siguieron demostrando su incorformismo metiendo el dedo en la llaga del estamento casi intocable que era aún entonces la Iglesia.
50 años después de su fundación y con las pilas todavía bien cargadas, Els Joglars viven otros tiempos, con otros conflictos y nuevas lacras sociales. Su director y alma mater, Albert Boadella, que lleva además la batuta de los Teatros del Canal de Madrid, es la prueba más honesta de que el espíritu de la compañía sigue intacto. Ahora, y para celebrar su medio siglo de vida, se embarcan en una gira por España con su obra más emblemática, El Nacional, donde las crisis moral y económica actuales encuentran de nuevo una incómoda butaca desde la que observarnos, siempre por cortesía de este incombustible grupo de teatro. Pero de esto, quien más sabe es nuestra compañera Maite, autora de Els Joglars celebra sus 50 años sobre las tablas con El Nacional.
