100 METROS CUADRADOS

«Se vende piso de 100 metros cuadrados. Buenas zonas, excelentes vistas y muy buen precio pero existe un pequeño ‘inconveniente’: hay que esperar que fallezca su actual propietaria para poder ocuparlo, ¿quieres venir a verlo?”. Este es el punto de partida de 100m2, una obra escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio y protagonizada por Miriam Díaz Aroca, María Luisa Merlo y Jorge Roelas que hasta hace un par de fines de semanas ha podido verse en el Teatro Lara de Madrid.

Se trata de una obra muy tierna y emotiva, con momentos tan divertidos como duros y tristes, que trata sobre la soledad y sobre lo inesperado de la vida, sobre cómo nuestros planes pueden irse al traste sin apenas darnos cuenta, y de la impotencia que nos causa no poder hacer nada para evitarlo. Y es que, como dice John Lennon en una canción a la que se hace referencia en la obra “la vida es todo aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado en hacer otros planes”. Esto es lo que les ocurre a las dos principales protagonistas de la historia: Sara y Lola. La primera es una mujer de 39 años fría, distante y calculadora, a la que le gusta tener todo bajo control, pero, al mismo tiempo, llena de dudas e inseguridades. Por su parte, Lola es una anciana de 73 años que, a pesar de haber sufrido recientemente dos infartos de corazón, sigue siendo una persona optimista y divertida que, además, mantiene los malos hábitos de fumar como un carretero y de beberse hasta el agua de los floreros, a pesar de las prohibiciones de los médicos. Sin embargo, también ha recibido a lo largo de su vida algún que otro palo importante.

Sara quiere comprar el piso como una inversión y no le importa tener que esperar a que fallezca su dueña para quedárselo, mientras que Lola quiere el dinero de la compradora para derrocharlo a su antojo “lo poco o lo mucho” que le quede de vida. Estas dos mujeres, aparentemente tan diferentes, no tardarán en descubrir que les unen más cosas de las que creen, y entre ellas surgirá una bonita amistad que dará lugar a momentos divertidísimos y entrañables (impagable el momento en que Lola pide un deseo para Sara cuando sopla las velas de la tarta de cumpleaños) pero también realmente tensos y dramáticos.

No voy a negar que la historia no pueda resultar un tanto simple, y su final bastante previsible, pero está tan bien contada y mantiene tan bien el tipo durante sus 80 minutos de duración, que se pasan volando, que perfectamente podemos pasar por alto estos insignificantes detalles. Y más aún teniendo en cuenta el excelente trabajo de los actores. María Luisa Merlo se come el escenario desde el primer momento en que lo pisa gracias a su sentido del humor, su ironía y esa actitud en cierto punto macarrilla, pero también con la crudeza con que recuerda los momentos más oscuros de su vida; mientras que Miriam Díaz Aroca sorprende por la fuerte transformación interior que sufre su personaje en un período de tiempo tan corto. Y, junto a ellas, en un papel menos destacado pero no por ello menos meritorio, un divertidísimo Jorge Roelas (el famosísimo Marcial de Médico de familia) que igual vale para un roto que para un descosido y que lo mismo pasa de ser un agente inmobiliario a un chófer o a un portero.

100m2 es, en definitiva, una gran obra protagonizada por unos grandísimos actores que merece la pena ver y disfrutar, y que ha venido precedida de un enorme éxito en Miami, donde se estrenó en 2009, que esperamos vuelva pronto a las tablas.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.