‘Preservation’ Act Trump, reinterpretando a The Kinks

portada de 'Preservation Act 2'
Portada de Preservation Act 2, de The inks. | YouTube
portada de 'Preservation Act 2'
Portada de Preservation Act 2, de The Kinks. | YouTube

The Kinks posiblemente sea la única banda pop rock que fue capaz de plantar cara en innovación e influencia a The Beatles. Liderados por Ray Davies, el grupo británico siempre probó nuevos métodos y estilos. Experimentaron hasta el punto de ser considerados la principal influencia de un género tan rompedor como el punk. Con todo, muchos les reprochan un proyecto: Preservation.

El tiempo no ha hecho envejecer mal a esta obra, aunque las opiniones siguen estando divididas. Sin embargo, la simplista visión que tuvo Ray Davies de la política hoy se presenta incluso acertada. La epopeya teatralizada que imaginó flojea por tantos sitios que la realidad ha acabado por cazarla. En Preservation Act 2 el líder de The Kinks sitúa al malvado y capitalista Flash frente al conservador y pseudocomunista Mr. Black. En medio pululan estereotipos como el vendedor de coches de segunda mano.

 

El momento más bajo de Ray Davies – en la gira de este disco sufrió una sobredosis que casi le cuesta la vida – se asemeja a un momento igual de bajo en la situación política internacional. La omnipresente figura de Donald Trump parece estar compuesta de un compendio de los personajes creados por Davies. De Preservation Act 2 se pasa a Preservation Act Trump. El empresario planteó una carretera a la salvación y Estados Unidos la siguió.

Una visión descontextualizada de The Kinks

Make America great again” podría ser uno de los lemas de Mr. Black. La fortuna Trump podría pertenecer al vendedor de coches de segunda mano hecho a sí mismo. La chulería y las actitudes del Presidente de los Estados Unidos podrían ser las del líder Flash. Una recontextualización rápida de Preservation Act 2 lleva a este Frankestein mediático.

Por ejemplo, Money Talks, que en lo musical es una simple, pero efectiva, canción rock y en lo político una presentación de la mente capitalista de Flash, refleja con acierto la mentalidad del magnate estadounidense. Al fin y al cabo, una gran capacidad económica garantiza, como mínimo, pagar una buena campaña de candidatura.

 

Siguiendo con los paralelismos entre Flash y Trump, no puede pasarse por alto He`s Evil. La pegadiza canción admite varias interpretaciones, pero la principal es un alegato contra Flash y la cosificación que este hace de la mujer. Uno de los escándalos que casi acaba con la carrera presidencial del ahora mandatario tiene que ver con esta temática. La reacción de sus contrincantes se resume en este tema de The Kinks.

 

Second Hand Car Spiv es más una caracterización que una canción en sí. En este sentido, es francamente efectiva y Ray Davies hace una interpretación notable. La historia del chaval que, desde los bajos fondos, logra llegar a ser rico y poderoso comparte con Donald Trump el peligroso concepto de “hombre hecho a sí mismo». En ambos casos se presenta a tipos que creen en ellos sobre el resto de seres, que han sabido tomar decisiones y que hacen de ello su principal valor. “Comprar, vender, […] mandar a los capullos al infierno” son los versos que mejor concentran el personaje creado por Ray Davies.

 

Preservation Act Trump, el pueblo como escusa y escudo

Mr. Black es la representación que el mayor de los Davies hace del socialismo. Sin embargo, otro de los aspectos que posee es el uso del tradicionalismo como arma política. La vuelta a los orígenes, la protección de la patria y sus costumbres frente a la nociva acción de los nuevas y libertarias opciones que llegan del exterior.

Shepherds of the Nation es, quizá, la canción más divertida e interesante de Preservation Act 2. En ella un coro de zelotes lamenta la dejadez moral que está llevando al país a la ruina. “Somos los nuevos centuriones, pastores de la nación, mantendremos nuestra guardia, contra el pecado y la depravación” es el estribillo de este tema. Un papel de salvadores que los populismos están sabiendo explotar con acierto para llegar al poder, como en el caso de Trump. Davies entona «mantengamos nuestro país limpio». El magnate, como hicieron otros antes, clama «hagamos América grande otra vez«. Tanto monta, monta tanto.

 

Ray Davies quiso ejecutar un musical político que continuara lo mostrado en The Village Green Preservation Society. Sin embargo, la falta de posicionamiento y desaciertos, como las comparaciones que realiza entre la huelga del 26 y el nazismo en Nobody gives, lastraron el proyecto. El divorcio de la cabeza de The Kinks y las drogas contribuyeron a la rimbombante introspección de un álbum que sí funcionó bien en directo.

Sin embargo, la cultura siempre está dispuesta a reinterpretarse. La vuelta al pasado, al nacionalismo y a las ideas manidas, que está experimentando la política internacional hace que Mr. Black y Flash se dibujen con mayor nitidez de lo que lo hicieron en 1974. La historia de Ray Davies ha tardado en tener una continuación y está recibiendo las mismas críticas que el trabajo de The Kinks. Solo queda ver cómo avanza una nueva representación que bien podría llamarse Preservation Act Trump.

Javier Retuerta Merino

No se me ocurre nada grandilocuente que poner...

Deja una respuesta

Your email address will not be published.