Una renovada y fresca adaptación de la obra Noche de Reyes de William Shakespeare en el Teatro Villa (Móstoles – Madrid) se acaba de estrenar para adolescentes y, en menor medida, para personas con problemas auditivos y visuales. En ella se puede apreciar un notable cambio no solo en la escenografía, sino también en el diálogo.
Sebastián y Viola son dos hermanos que se dan por muertos el uno al otro. Ambos toman caminos diferentes, Sebastián con Antonio y Viola servirá al duque de Orsino, aunque para ello adoptará una estética masculina, convirtiéndose en Cesáreo. Asistimos al rompecabezas amoroso que se fragua entre Olivia, Cesáreo (que en realidad es Viola), Orsino y Sebastián.
Al entrar encontramos un escenario circense con estética de principios de siglo, en el que payasos y una trapecista colgada de un aro dan vida a los personajes. Cuando empieza la obra advertimos cómo en la parte superior del atrezzo se sitúa una gran pantalla con los diálogos, por lo que comprendemos que se trata de una adaptación, además de para adolescentes, también para personas sordomudas y con graves dificultades visuales, y en la que incluso aparecen indicaciones de los instrumentos que suenan a lo largo de la obra. La modernización de ésta es latente, pues ¿quién podría imaginar una canción rap en una obra de Shakespeare? ¿o una alusión a la famosa saga Crepúsculo? La remodelación de la nueva versión está bien planteada, aunque aún sería necesaria la realización de mejoras sobre todo en la escenografía, que, a mi juicio, pecó de pobre. La duración de la misma también debería ser replanteada, pues una obra de estas características enfocada a un público mayoritariamente puberto resulta demasiado larga (2h 10min) si además se tiene en cuenta que carece de entreacto.
Y aunque, hay detalles que deberán mejorarse, es una obra cargada de comicidad, que mantiene la intención de dar a conocer clásicos a jóvenes que probablemente los obvien, y con la originalidad de la adopción de la estética circense.
¿Qué opinas de esta nueva propuesta?
