Walesa y la disconformidad de los líderes

Lech Walesa en la biopic que se estrena este jueves en Madrid
Lech Walesa en la biopic que se estrena este jueves en Madrid
Lech Walesa en la biopic que se estrena este jueves en Madrid
Robert Wieckiewicz interpreta Lech Walesa en la biopic que se estrena este jueves en Madrid

En el 25° aniversario de la caída del muro de Berlín, el pasado mes de noviembre, la Asociación de Centros Culturales y Embajadas Europeas presentes en Madrid, en colaboración con Matadero Madrid y Cineteca, organizaron un ciclo de cine y una exposición fotográfica bajo el título “1989: El año que cambió Europa”. Walesa, la esperanza de un pueblo fue la primera película proyectada. No por casualidad. Lech Walesa se ha convertido en icono de la caída de los regímenes comunistas del este de Europa. Sin embargo, la producción dirigida por Adrzej Wajda en 2013, que hasta ahora había quedado restringida al circuito de cines alternativos, se estrena por fin en las carteleras españolas.

Y ya llega tarde. La mejor manera de promoverla tal vez hubiera sido lanzarla con motivo de la caída del muro, de hecho. En un estilo semidocumental, la trama tiene como hilo conductor la entrevista que hizo una conocida periodista italiana a Walesa, tras su éxito liderando las huelgas laborales a finales de los años 70 en Polonia. El choque inicial entre el tono del líder y de su interlocutora funciona como metáfora de las intenciones de la película: una tentativa de desmitificar a Walesa, poniendo en evidencia las razones subyacentes a su interés por la política.

Una de esas razones, que se queda clara en los primeros diálogos es, según las palabras del propio Walesa, una ira inherente a su personalidad. Es curioso que mientras cuenta su trayectoria a la periodista, Walesa admita que su interés por la política no venía de siempre. El guión va y viene en el tiempo enseñando los eventos que han estimulado esa rabia incontrolable contra el Estado represor polaco, y cómo a partir de ahí su capacidad unificadora se convirtió en algo esencial para aquellos que necesitaban un líder. Fuego y combustible.

La producción da justo en el blanco al humanizar la figura del trabajador que se convirtió, al final, en presidente de su país. Pero pierde algunos puntos al sobrevalorar el tono documental, con imágenes de archivo y un ritmo explicativo. Las escenas en las que Walesa se muestra con su familia – en las que brilla Agnieszka Grochowska, que interpreta a su mujer, Danuta – son las más graciosas y al mismo tiempo realistas: desvelan la dualidad a la que se enfrenta un líder para llevar una familia y una causa.

Por las interpretaciones, el punto de vista elegido y por la reconstitución de época – la película fue incluso rodada en algunos sitios en los que ocurrieron las huelgas, en Gdańsk – Walesa, la esperanza de un pueblo cumple con los requisitos de un buen biopic. Es especialmente destacable su manera de desmitificar una figura tan explotada mediáticamente. Quizás, hubiera sido mejor si, se hubiera atrevido a ir más allá en la forma; dicen que Adrzej Wajda apostó por una forma más tradicional para conquistar al público internacional, lo que le valió una nominación a la mejor película extranjera en la  edición de 2014 de los Oscar. Una señal de que incluso con grandes trayectorias y reputación, buenos directores todavía suelen someterse a dogmas por el reconocimiento. Afortunadamente a los líderes, como Walesa, eso no suele ocurrir.

http://youtu.be/B02oezTc0Fc

Tatiana de Souza Lima

Una periodista brasileña en Madrid. Amante de las películas y de los cafés.

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