Por Begoña Campos y Felipe López
El primer día de octubre dio comienzo una nueva edición del Máster en Periodismo Cultural, en la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU. La cita contó con la presencia de Alberto Ojeda (Madrid, 1977), director desde el pasado mes de febrero de uno de los suplementos culturales más influyentes de España, la revista El Cultural de El Español, premio Paco Rabal de periodismo cultural y autor del ensayo Cuero contra plomo, por el que obtuvo el premio Panenka a mejor libro de 2022.
Ojeda empezó su bienvenida destacando la curiosidad como motor del oficio, con una frase que forma parte de su historia periodística: “Mi madre me parió curioso». Fue esa fuerza interior la que le impulsó más de una década a incursionar en las páginas de la revista como redactor. Pero no todo comenzó de esta manera, años antes de alcanzar su pasión, Alberto se encontró en una posición donde quizá muchos de los que están leyendo esta nota también se vieron en algún momento, sufrió una crisis de identidad al no hacer lo que realmente amaba. “Me miraba todos los días al espejo con mi corbata y sabía que ese no era yo, veía a un impostor”, confesó en su charla.
Su motivación para empezar de cero y dejar atrás eso que tanto lo atormentaba era ver en su estantería libros de autores como García Márquez, Italo Calvino o Vargas Llosa, que le sirvieron para darse cuenta de la que era realmente su vocación. “El insomnio fue lo que me hizo el clic”, respondió a un alumno en referencia al momento en que cada individuo necesita despertar para luchar por aquello que realmente le hace feliz.
Nuevos retos del periodismo cultural
El periodista compartió con los alumnos su reciente experiencia en Las Conversaciones Literarias organizadas por la Fundación Formentor, y que reunieron al periodismo cultural en Marrakech durante el pasado mes de septiembre. Allí se debatió sobre temas tan importantes como la polarización de las ideas, la inclusión de las nuevas tecnologías en la redacción de artículos periodísticos o la inteligencia artificial, que en tan poco tiempo se ha convertido en una herramienta para que los profesionales puedan acelerar de una forma coherente sus ideas y puedan utilizarlas con responsabilidad. Del mismo modo, advirtió de los contras de esta inclusión tecnológica dispuesta a reemplazar puestos de trabajo y que, en países como Estados Unidos, ya ha generado el despido de miles de periodistas.
Asimismo, se detuvo en las satisfacciones y el enriquecimiento personal que ofrece esta profesión, así como en el trabajo en equipo que requiere formar parte de una redacción de una revista como El Cultural, cuyo principal valor es su independencia: «Luis María Anson [su fundador en el diario ABC] no dudó en dar cancha a poetas como Rafael Alberti a su vuelta del exilio, independientemente de su ideología».
La visita de este referente ha impulsado a esta nueva promoción de curiosos a luchar por sus sueños y ser parte del cambio, integrando la cultura en la sociedad y afrontando los nuevos retos periodísticos que desafiarán las habilidades de los alumnos.
