¿Cómo es posible que alguien haga comedia de algo tan serio como el terrorismo? Esta pregunta es la que seguramente habrá respondido el cineasta español Álex Pina, pues debuta con una historia muy truculenta en el mundo del cine que trata sobre uno de los mayores temas tabú de todo el siglo XXI: el terrorismo islamista.
Kamikaze narra la historia de Slatan, un hombre oriundo del Karadjistan, que quiere venir a Madrid para realizar un terrible atentado terrorista: hacer estallar el avión en el que vuela. Pero la climatología le impedirá realizar la acción que tiene en mente ya que una ventisca retrasará el vuelo. Todas sus víctimas y él serán realojados en un hotel de montaña, hasta que se pase la tormenta. Es entonces cuando el terrorista tendrá que convivir durante tres días con unos viajeros que tienen un optimismo fuera de lo común.
El filme, en alguna que otra ocasión puede abrir heridas para todas aquellas personas que, de alguna u otra forma, hayan sido víctimas de atentados tan brutales como pueden ser el 11 S (Estados Unidos: Nueva York), 11 M (España: Madrid) o aquel 7 J (Inglaterra: Londres). Pero las reminiscencias quedan olvidadas por la situación del filme, pues lo que plantea Alejandro Pina es una situación tan surrealista, que los recuerdos negativos que pueda llegar a causar quedan perfectamente en segundo plano de la historia
El largometraje cuenta con un reparto difícil de igualar en un filme español, para descargar tensiones el espectador podrá reírse con una fantástica Carmen Machi, tan carismática como siempre. «Es una película muy coral. Quitando algunas escenas más emotivas, que se suceden de dos a dos, en general, estamos mucho todos con todos». Es lo que ha afirmado la actriz española a los medios de comunicación. Pero el equipo artístico no sólo cuenta con Machi, sino con Álex García, Verónica Echegui o Leticia Dolera, entre otros.
La historia no pasará desapercibida, el ritmo de la misma es algo que se agradece si el espectador quiere pasárselo en grande con un guión frenético durante los 94 minutos del metraje. Si uno quiere disfrutar de una alocada comedia, esta cinta es la idónea para pagar ocho euros por una entrada de cine.
Atrevida incursión de Alejandro Pina en el terreno de la dirección, al lanzarse a hacer una comedia con un tema tan dramático como puede ser un acto terrorista.
Se dice que hacer llorar es más sencillo que hacer reír, por eso este director se merece este reconocimiento, y más cuando la comedia de este año Ocho apellidos Vascos sigue arrasando en la taquilla española.
