La historia de un hombre condenado a navegar por los mares hasta encontrar el amor fiel que le dé la salavación: la muerte.
Dejando al margen la excelente narración que Simon Leys (seudónimo de Pierre Ryckmans)hace del naufragio real del navío holandés Batavia en 1629 cerca de la costa australiana, uno no puede dejar de sentir lástima y a la vez cariño por el bueno