«Hay algo muerto en el vecinario, le parece, la desolada tristeza de la pobreza y la lucha del inmigrante, un barrio sin bancos ni librerias, solo establecimientos para cobrar cheques y una decrépta biblioteca pública, un pequeño mundo aparte donde el tiempo se mueve tan despacio que poca gente se molesta en llevar reloj.»
Como si aquí no sucediera nada, pero este es el ambiente en que Paul Auster ubica a los pesonajes de su último libro Sunset Park. Cuatro jóvenes deciden instalarse como okupas en un una casa abanonada en Brooklyn, el barrio no importa, gozan de la aventrura, del romanticismo en el vivir fuera del ley, expresando así su discordia con la sociedad actual y, por supuesto, sin la carga de pagar el alquilerLos temas de la identidad, el arte, la creatividad, culpabilidad y política se entrelazan con las peculiares historias de los cuatro jóvenes y su gente más cerana. Un potente cocktail de disitintos conceptos de varias generaciones- de la posguerra, de Vietnam y de la América actual – tras la crisis y después de Obama.
Paul Auster hace una crítica interna a lo que la sociedad americana es hoy en día y la del pasado. No solo juzga el consumismo y la superficialidad, pero la inocencia que puede llegar hasta la estrupidez cuando uno elige vivir y creer en sus ilusiones. «La generación de la guerra- una generación extrañamente optimsta, dura, trabajadora…un tanto estúpida, pero todo el mundo se tragó el mito de la grandeza americana y vivió con menos deudas que sus hijos, los jóvenes de Vietnam que vieron como su país se convirtí en un monstruo enfermizo y destructor».
Los protagonistas, los hIjos de «los hijos de Vietnam» buscan su propia identidad, quieren evitar «…la ceguera deliberada, una insisitencia en buscar siempre victorias morales, el mal que por bien no venga…» de sus antepasados. Estos artistas intelectuales no petenden ser los triunfadores de la socieadad actual. Son unos pesimistas de profundas dudas existenciales que no pueden rechazar a su pasado por completo.
Hay un detalle que acompaña a todos los personajes y toma parte directa e indirecta en cada una de las historias contadas. Es la película Los mejores años de nuestra vida, una película de la época de la posguerra americana y del choque que supuso la vuelta a casa para los soldados, de su convicción en una grandeza americana y de los mitos en los que ellos han creído.
Los okupas de la casa de Sunset Park no creen en esta América, pero puede que en su alma la nostalgia de esta inocencia sigue presente. Cuatro okcupas con una falsa sensación de madurez e independencia. El protagonista Miles Heller alrededor del cual se mueve la trama, es un joven interesante y enigmático, que habla poco de si mismo. Vive con el sentimiento de culpabilidad de haber matado por accidente a su hermanastro, lo que le lleva a abandonar a su familia y herrar por tierras americanas siete años trabajando en lo que sea.
Después de sus siete anos de aventura vuelve a Nueva York, su ciudad natal, escapando de la justicia que puede provocar el hecho que vive con una chica cubana menor de edad. A final otra vez acaba metido en asuntos legales, esta vez por el hecho de vivir en la casa okupa. Es un joven culto y profundo, que quiere ser independiente y al mismo tiempo necesita volver con su padre, desahogarse, liberarse de la tremenda culpabilidad que siente y prometéndose no fallar a su familia nunca más. Miles Heller es un tanto inmaduro en su ideología y su elegante y viva sensibilidad. Gurando entorno al protagonista Miles Heller los lectores podrán conocer de primera mano más detalles de los demás habitante de la casa ocupa. Bing, un percusionista y propietario de taller Hospital de objetos rotos, donde se pueden reparar retro piezas, Ellen, una artista obsesionada por las imágenes eróticas y de Alice, una estudiante de filosofía a punto de acabar la tesis.
Las historias cruzadas de los okupas treinteañeros, contadas desde el punto de vista de cada uno de ellos construyen un libro actual, de prosa fácil de leer. Auster es capaz de satisfacer a un amplio tipo de lectores ofreciéndo una gran variedad de líneas narrativas. El autor provoca la curiosidad del lector intercalando el orden en que los capítulos personalizados con los nombrs de los protagonistas aparecen, haciéndlole dudar en la espera de sobre quién va a ser del siguiente capítulo. Solo Pilar, la novi cubna de Miles no aparece independiente en el libro, como un capítulo enetero. Parece que Paul Auster evita metrerse en la piel de la joven cubana y por esto ella no llega a hablar con su propia voz.
Sunset Park revela las contradicciones de la dinámica sociedad américana, pero sin dar la suficiente importancia a la diversidad y a la multiculturalidad presentes en EEUU. El único protagonitsa que no es de padres americanos y entra en contacto directo con los demás es Pilar. Su personaje es un poco cliché -cubana, huérfana, con tres hermana más bien mediocres en cuanto a su nivel intelectual, y ella, la más jóven, superándolas obviamente en cuanto a interésse, conocimientos, ambición.
Hay algo discordante en el tono del libro. Paul Auster mete al lector en los pensamientos de sus protagonistas, le permite una mirada a la vida privada e íntima del otro, un privilegio que sólo la buena literatura puede ofrecer. El lector llega a conocer las peculiaridades de cada uno de los habitantes okupas de Sunset Park y la gente que los rodea. Pero Auster no llega a profundizar del todo en su psicología, en los motivos que tienen de tomar determinadas decisiones. Así el lector puede notar una falta de credibilidad y lógica explicación en algunasde las viviencias de los protagonistas de Sunset Park.
Por ejemplo, el cambio repentino estilo de pintura de Ellis – de naturaleza muerta a dibujos eróticos, que provoca un cambio personal también se queda en lo simplista. El encuentro y el renascimiento de la relación madre-hijo de Miles Heller y la actriz Mary-Lee parece madurar sin fondo.
De cualquier modo la historia tan actual, la tipología real y viva unidos a la elegante y adictiva prosa construye un magnífico conjunto, agradable y fácil de leer. Una reflexión sobre el arte y la búsqueda de identidad, que tanto los que conocen ya a Paul Auster como sus nuevos lectores van a disfrutar sin duda.
Título: Sunset Park Autor: Paul Auster Editorial: Anagrama Páginas: 278 Año de edición: Primera ediciíon noviembre, 2010