Por Miriam González y Loan Geldreich
La compañía de teatro LaJoven lleva al escenario del Teatro Fígaro (Madrid), todos los martes del 29 de octubre al 19 de noviembre, la obra ‘Rebelión en la red‘. Un espectáculo que hackea la novela de nombre casi homónimo de George Orwell, Rebelión en la granja.
En esta versión, musicalizada por Alberto Granados, se muestra a los jóvenes del año 2035 sublevándose contra el tirano Google y viviendo una realidad utópica llamada Animal Farm. Una historia contada a través de las voces de cuatro jóvenes, interpretados por Paula Mori, Flavia Forni, Joselu López y Luis Maesso, quienes muestran cómo comenzó la rebelión, los problemas de entendimiento entre los “animales” y cómo la utopía se transforma en una distopía más realista de lo que nunca imaginaron.
En Animal Farm todos los animales, es decir, los jóvenes, tienen derecho a opinar sobre los principios que rigen esta comunidad y forman asambleas para mejorar el día a día de la nueva comunidad. Pero no todo sale como les gustaría, los cerdos tienen otros planes.
Cuatro personajes, mucho ingenio y un proyector
La puesta en escena de esta obra destaca por su ingenio y su capacidad para aprovechar al máximo el espacio y los elementos escénicos. Con sólo cuatro actores en las tablas, el equipo ha conseguido establecer un ritmo dinámico y fluido dándoles también el papel de manipuladores del decorado. Además, cuentan con contenidos audiovisuales que enriquecen el espectáculo y ofrecen una visión directa del mundo o de los pensamientos de los personajes.
Una estructura desmontable y manipulable por los actores que confiere al escenario una flexibilidad poco común. Este dispositivo permite transformar el espacio en función de las necesidades de cada escena, jugando con estos elementos móviles, la producción desarrolla un simbolismo visual sorprendente y crean una experiencia teatral innovadora.
El hábil uso de los contenidos audiovisuales ayuda a hacerse eco de los dilemas modernos en torno a la virtualidad y la autenticidad, invitando al público a reflexionar sobre su propia relación con las pantallas y las redes. Esta producción es un descubrimiento para un público ávido de conocer nuevos talentos y fascinado por las cuestiones que rodean a las nuevas tecnologías.
La utopía que se vuelve distopía
La obra conecta de forma genuina con un público muy amplio, con los jóvenes a través de referencias a la actualidad digital y con los mayores al traer los mundos distópicos al teatro. Al principio se plantea un escenario ideal, pero con el desarrollo de la trama se encontrarán aquí los códigos clásicos del género, con un final que permite al espectador formarse su propia opinión sobre la moraleja de la historia contada desde un mundo hiperconectado.
Esta atmósfera se ve contrastada por las canciones incluidas en el espectáculo que lo convierten en un musical. Pocas veces se han mezclado estos estilos, así que quien busque algo nuevo quedará encantado con esta oferta teatral.
Canciones bien integradas en la trama que cuentan la realidad del sueño que tienen con I have a Dream. Explican lo que son las Ciberbestias, los problemas que trae la “Ia” y la rebelión de las “aves del mundo”. Todo esto acompañado de dos músicos que ambientan el teatro con sonidos de granja y que son el broche perfecto a esta realidad, casi, inmersiva. ¡Adquiere aquí tus entradas!
