Todo aquel que ha vivido en uno sabe que el día a día de un pueblo puede asemejarse a un microcosmos. Un microcosmos en el que los lazos que unen a sus habitantes cobran una relevancia muy alejada de la indiferencia que impregna la gran ciudad. Tras las ventanas, los vecinos observan, critican y murmuran, pero cada uno tiene su propia historia. Historias que siempre tienen episodios que escapan al dominio público; historias que siempre guardan tras de sí algún secreto y también algún deseo.
Brétema es un pueblo como cualquier otro, pero con la diferencia de que Marina Mayoral nos ha descubierto el lado más íntimo de los habitantes que asoman tras sus ventanas. A través del monólogo interior se dibujan las historias de los diferentes personajes que protagonizan este relato que transcurre a lo largo de un día. Las campanas de la iglesia señalan las horas de una jornada marcada por una agresión, un suicidio y una confesión de amor.
Después de casi veinte novelas, en esta última Marina Mayoral revela con extraordinaria sutileza los sentimientos de Dictino, el sencillo carpintero de Brétema, que aunque está enamorado de su mujer, la antigua maestra Amalia, en silencio desea a Constanza, la amante secreta de Héctor Monterroso, de quien está enamorada Blanquita, la hija de Dictino y Amalia.
Deseos es una novela escrita con una cuidada sencillez que estimula al lector a continuar descubriendo a los protagonistas y a sus fantasmas. A medida que se progresa en la lectura, es fácil empatizar con personajes muy diferentes que tendrán que enfrentarse, cada uno a su manera, a sus anhelos y temores para poder vivir sin miedos y sin remordimientos.
Un laberinto de pasiones en el que la huella del pasado influye todavía en el presente.