Lo fingido verdadero', versos y puro teatro de Lope de Vega

Patio de butacas y, de entre los pasillos, el reparto completo sube al escenario para situarse de cara al público. Uno a uno se nombra, y acto seguido, Israel Elejalde, quien encarna a Ginés, el protagonista principal de la obra, eleva un cuaderno y anuncia: Lo fingido verdadero. Aún no ha empezado y el público ya se ha quedado absorto en lo que ocurre en escena. Se anuncia que la obra va a ser puro teatro. Es el mismísimo texto de Lope de Vega, Lo fingido verdadero (1620), puesto en escena por la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y bajo la dirección de Lluís Homar. Tras pasar por el Teatro de la Comedia de Madrid, y posteriormente, por A Coruña, en los próximos meses pisará los escenarios de Santander, Vitoria, Logroño, Barcelona y Las Palmas.

Teatro dentro del teatro

Lo fingido verdadero es una tragicomedia religiosa que transcurre en tres jornadas. La obra da comienzo con la muerte del emperador Aurelio Caro (Montse Díez) y sus dos hijos tan opuestos, el honrado Numeriano (Aina Sánchez) y el más libertino Carino (Álvaro de Juan). Entre los soldados proclaman a Diocleciano (Arturo Querejeta) como el nuevo César y en su estancia en Roma este le pide al actor Ginés que represente una comedia.

Bajo la dirección del dramaturgo, la compañía de teatro acaba representando una comedia amorosa y de celos en la que su enamorada, Marcela (Aisa Pérez), y Octavio (Ignacio Jiménez) terminan fugándose a media función. Tras el suceso y por petición del nuevo Cesar, Ginés representa el bautismo de un cristiano, religión a la que finalmente acaba convirtiéndose para ser martirizado posteriormente. Momento en que lo fingido deviene en verdadero y el título de la obra cobra todo su significado.

Ensayo de 'Lo Fingido Verdadero'., con el director Lluís Homar y el protagonista Israel Elajelde — Ensayo de ‘Lo Fingido Verdadero’., con el director Lluís Homar y el protagonista Israel Elejalde. Imagen de Sergio Parra

El texto de Lope de Vega es metateatro, teatro dentro del teatro, un ejemplo de las innovaciones que en aquella época estaba llevando a cabo en la dramaturgia. Una defensa de las nuevas formas de comedia en España que suponen la ruptura con la tradición clásica y que él mismo expuso en el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, el 1609, simultánea a la obra. Un reto escénico que el director Lluís Homar consigue defender de inicio a fin gracias a su versátil elenco.

Catorce actores y actrices que encarnan a treinta personajes, independientemente de su género, y que, además de ser espectadores de la obra de teatro representada en la ficción, lo son de la suya. La complicidad y armonía del reparto consiguen representar exitosamente el mise en abyme (historia dentro de una historia) usado también por el mismo Shakespeare en Hamlet. Una obra que Israel Elejalde también representó en el Teatro de la Comedia en 2016.

Una escenografía que no requiere añadidos

El vestuario (Pier Paolo Álvaro) es actual y al mismo tiempo atípico para la época del texto de Lope de Vega, pero no resulta extraño. La escenografía (José Novoa) es simple: una estructura central, sillas alrededor de ella y la primera fila de butacas de platea, donde visiblemente al público, los actores también son espectadores. Tan solo en la conversión final al cristianismo de Ginés y gracias a una actuación sublime de Israel Elejalde, la obra se eleva a lo más alto mientras está acompañada por la delicada voz celestial de Aina Sánchez.

Escena de 'Lo Fingido Verdadero' representada por la CNTC. — Escena de ‘Lo Fingido Verdadero’ representada por la CNTC. Imagen de Sergio Parra

Una puesta en escena que no requiere más añadidos y que toma como verdadero protagonista el texto de uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Siglo de Oro. Una obra de teatro que con el uso del verso provoca en el espectador una desrealización, una desconexión de la realidad a través de un relato versado que cuatro siglos después de su publicación consiguen captar durante 120 minutos la atención de un público actual nutrido por la brevedad y la simplicidad de los mensajes móviles y las redes sociales.

En su conjunto, Lo fingido verdadero se convierte en una reflexión de la verdad, los celos por amor, el cristianismo y las dudas frente hasta donde llegan los límites de la ficción y la realidad. Los versos de Lope de Vega pueden resultar complicados de traer en un escenario actual, pero Lluís Homar y la actuación de su elenco consiguen que parezca sencillo y un gozo para el espectador. Lo fingido verdadero es la oportunidad de saborear el texto de uno de los referentes españoles de Siglo de Oro en un escenario actual y junto al reparto, ser espectador de dos obras simultáneas.

Título: Lo fingido verdadero. Dirección: Lluís Homar. Texto original: Lope de Vega. Reparto: Silvia Acosta, María Besant, Montse Díez, Israel Elejalde, Miguel Huertas, José Ramón Iglesias, Ignacio Jiménez, Álvaro de Juan, Jorge Merino, Aisa Pérez, Paco Pozo, Arturo Querejeta, Verónica Ronda, Aina Sánchez, Eva Trancón. Duración: 120 min. apróx. Dirección adjunta: Oscar Valsecchi. Voz y palabra: Vicente Fuentes. Escenografía: Jose Novoa. Vestuario: Pier Paolo Alvaro. Música: Xavier Albertí. Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico.