LA NATURALEZA IMPRESIONISTA INVADE MADRID

pierre auguste renoir. Mujer con una sombrilla en un jardín

El tiempo se acaba. Tan sólo queda un mes para disfrutar y recrearse con una exposición única que el 13 de febrero cerrará sus puertas a un público que hasta ahora la ha acogido con una gran aceptación. No es para menos. Por vez primera, el Museo Thyssen Bornemisza, junto con la Fundación Caja Madrid y la National Gallery de Edimburgo, expone un alarde de naturaleza impresionista recogida en composiciones de jardines. Repartidos entre la sede del Museo y la de la Fundación, el recorrido por sus caminos repletos de árboles, flores, arbustos y huertos nos ofrece una completa visión a través de 140 representaciones de los más importantes pintores impresionistas.

Invitándonos a adentrarnos en el bucólico mundo que nos ocupa, los precursores Delacroix, Corot o Courbet nos presentan una muestra evocadora y embaucadora que nos explican mejor los franceses Manet, Monet, Pissarro, Sisley o Renoir, maestros en esto de plasmar colores y provocar sensaciones. Sus obras coloridas y perfectamente planteadas parecen querer estar al lado de otros artistas con los que comparten estilo: alemanes, escandinavos o británicos. Imprescindibles, los postimpresionistas Gauguin, Cezanne, Klimt o Sargent, que también se apuntan al juego de dibujar jardines y paisajes, a veces decorativos, a veces productivos. Y es que ése es el principal motivo de la exposición, contraponer lo estético y lo decorativo de los cuidados espacios al aire libre con los productivos huertos, más rudos y menos cuidados. Jardines de campo y urbanos, privados y públicos. La majestuosa popularidad de la que desde 1860 gozan los parques colindantes a los palacios reales, impregna el ambiente y los sentidos de los impresionistas, que sienten la necesidad de plasmar los inspiradores paisajes de la nueva modernidad, en la que los efectos de los colores son los principales protagonistas.

Charles Courney Curran. Flores de loto

El olor a hierba fresca se entremezcla con el de unas flores recién cortadas y un ramo de lavanda que sostiene una refinada señorita. El ruido de los árboles se oye de fondo y el bullicio de la gente se entremezcla con el de las hojas arrastradas por el viento. Los jardines se apoderan de la sala, inundan todo con su tranquila y relajante serenidad. A pocos metros, el infierno de la ciudad parece permanecer ajeno a la maravillosa calma que inunda un pequeño espacio de la ciudad de Madrid.

 
Jardines impresionistas.
Museo Thyssen Bornemisza, Paseo del Prado 8.
Fundación Caja Madrid, Plaza de San Martín 1.
Hasta el 13 de febrero de 2011.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.