Dos estudiantes estadounidenses en Amsterdam y una prostituta son el trío protagonista de esta obra en la que el amor no correspondido es una escusa para buscar el sentido a sus desesperadas vidas. El texto de Adam Rapp, con el que fue finalista para el Premio Pulizter en 2006, acaba de estrenarse en Madrid bajo la dirección de Marta Etura.
Tras el éxito cosechado en Chicago y Nueva York Invierno en el Barrio Rojo llega a la Sala Mirador, un espacio íntimo que ayuda al espectador a entrar en esa habitación donde el trío conoce desgarradoradamente que es el amor y como se manejan las relaciones personales. En este clima de sentimientos encontrados la música sólo hace acto de presencia a través de una vieja radio en la que suena Tom Waits y en otra ocasión, con la voz de Christina enfundada en un vestido rojo, rojo como el barrio que trastocará sus vidas.
Con dos películas en cartelera, Eva y Mientras Duermes Marta Etura se lanza acertadamente a la dirección de esta obra que llegó a sus manos a través de Gonzalo de Santiago, quien descubrió el texto mientras residía en Nueva York y decidió adaptarlo. Gonzalo se mete en la piel de Matt, un dubitativo escritor que decide viajar a Amsterdam con Daniel, interpretado por Raúl Sanz, el chico malo que cree encontrar el modo de animar a su amigo, y a sí mismo, en uno de los escaparates de la ciudad. Christina, a la que da vida Nur Levi, será el detonante para ahondar en sus emociones.
Invierno en el Barrio Rojo estará hasta el 18 de diciembre en la Sala Mirador-Centro de Creadores. Una obra en la que el humor y el drama se mezclan irremediablemente en la búsqueda por conocerse a uno mismo, y por explorar los límites a los que nos someten nuestras relaciones.
