Fahrenheit 11/9, muerte y resurrección

cartel de la película de Michael Moore, Fahrenheit
cartel de la película fahrenheit

Cartel de la película de Michael Moore, Fahrenheit

Al final del camino no hay nada. Tierra acumulada como único organismo adherido a nuestro putrefacto estado. No palpitamos ni articulamos palabra. Mudos, como esfinges en pleno desierto, se desintegra la piel dejando paso al hueso.

Y, sin embargo, a veces, resucitamos. En otros cuerpos. En otras almas. Y tras estar silenciados durante años, de forma inimaginable, renace nuestro espíritu y vuelve a alzar la voz.

El fascismo revive y nosotros estamos siendo testigos.

«Hitler y Trump no son la misma cosa. Pero uno comete un grave error si no revisa al menos la historia y los patrones de la historia y cómo la manipulación del miedo, la manipulación de la gente funciona», alega Michael Moore (The Awful Truth, Fahrenheit 9/11), el director del filme.

Con plena convicción ante esta afirmación, describe al que, desde las elecciones de 2016, es presidente de Estados Unidos, y retrata una sociedad que cava su tumba con sus propias manos.

Fahrenheit 11/9 no es un documental. No es una crítica. No es una sucesión de noticias que han ocurrido simultáneamente tras el ascenso de Donald Trump al poder. Fahrenheit 11/9 es un grito. Un potente y ruidoso grito que retumba en el resto del planeta y cuyos decibelios hacen vibrar durante, aproximadamente, 6 minutos y 20 segundos la casa blanca.

El tiempo que tardó Nikolas Cruz, el adolescente que disparó a sus profesores y compañeros en Parkland, Florida, en matar a 17 de ellos y herir a 15.

El dolor de Florida el día siguiente a la masacre en Parkland
El dolor de Florida el día siguiente de la masacre en Parkland

Y es que, en Estados Unidos, tiene lugar un tiroteo cada 60 horas y los más damnificados son los estudiantes que, atemorizados, acuden a la escuela con un eslogan claro; ¿cuándo me va a tocar a mí?, mientras el gobierno considera una vía fiable dotar a los profesores con armas para poder defenderse.

¿De locos verdad?

El sueño americano es, definitivamente, un invento de los grandes empresarios para seguir lucrándose, exhibiendo su país como un territorio lleno de posibilidades donde, por el contrario, los profesores mendigan tickets de comedores sociales para poder alimentarse; una ciudad entera (Flint), mayoritariamente habitada por ciudadanos afroamericanos, es envenenada para impedir el cierre de la multinacional General Motors; el partido demócrata engaña a sus votantes, trampeando los resultados en la elección de Hilary Clinton frente a Bernie Sanders, y el organismo de mayor poder está construyendo un enorme muro que los separará de México y desde donde controlar la inmigración.

Su presidente, un tirano, misógino, mentiroso y racista, es utilizado por Moore como ejemplo para advertir con firmeza el peligro de este tipo de individuos que alrededor del mundo están copando ya puestos de importancia, y que pasean a sus anchas por una alfombra roja sin mojarse los zapatos. Firman acuerdos benevolentes únicamente para su entorno y su escalofriante discurso es aplaudido por muchos en una oda a la posverdad. Conocemos los hechos, pero no nos importa la objetividad de los mismos. Influenciados, nos hemos creado un relato “contra algo” y “a favor de otra cosa” que a simple vista nos es favorable, y la emoción que sustenta ese relato es mayor que cualquier hecho delictivo que pueda acaecer y amenace con romper esa creencia.

Por suerte, coexisten en este panorama: Emma González , Alexandra Ocasio Cortez,Rashida Tlaib e Ilhan Omar, Michael Moore; el director de esta película, April Hawkings (quién filtró los verdaderos resultados en las clínicas de Flint) y muchos ciudadanos más de todas las partes del planeta que, haciendo la vez de sepultureros y liderando la esperanza creciente de un mundo mejor, se encargan de vigilar que ninguna otra alma imprudente escape de su infierno, y que las resucitadas sean nuevamente condenadas.

Todos estos aspectos son fielmente argumentados por Michael Moore en Fahrenheit 11/9, de visionado obligatorio para comprender, un poco más, este despropósito.

El 9 de noviembre en cines.

 

 

 

Andrea López Gil

Enamorada del camino y de las personas creativas. "Proyecto de" seguir teniendo muchos proyectos en la cabeza e intentar hacerlos realidad. Aprendiendo a perder y a encontrarme cada vez que me pierdo.
¿Nos buscamos? / IG: @andreasinonima /

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