Los cómics se resisten a ceder ante la crisis. Casi 30.000 asistentes acudieron del 9 al 12 de diciembre al XIII Expocómic, el Salón Internacional del Cómic de Madrid. Una edición que será recordada por el cambio de ubicación tradicional, pasando del Pabellón de Convenciones al Palacio de Cristal de la Casa de Campo, donde ya se celebró una de las primeras ediciones de esta feria.
El nuevo recinto dispone de más de 4.000 metros cuadrados. Emilio Gonzalo, director del Salón, explica que el cambio de pabellón se debe al intento por parte de la organización de darle al evento un carácter menos comercial y “más cultural”, según declaraciones a Efe. Se trata de desarrollar más el perfil de las exposiciones, las firmas con autores y las mesas redondas. Maquillaje, talleres, juegos de mesa y videoconsolas, conferencias, firmas, clases magistrales y concursos eran algunas de las muchas actividades ofrecidas por el Salón.
Más de cincuenta autores consagrados, nacionales e internacionales, han desfilado durante los cuatro días por los pasillos del Pabellón de Cristal, despachando firmas, dibujos, dando conferencias e incluso ofreciendo talleres. Alfonso Azpiri, Luis Royo, Vicente Cifuentes, Juan Díaz Canales, Juanjo Guarnido, Carlos Pacheco, José Fonollosa, Kenny Ruiz, Klaus Janson, Jesús Martínez del Vas y Carlos Giménez han sido algunos de ellos.
Sin embargo, Expocómic 2010 ha sido, más o menos, lo mismo de todos los años, pero con los stands más separados y algunas notables ausencias, como el puesto de Planeta DeAgostini. El espacio poco aprovechado y la falta de novedades de merchandising han sido las grandes carencias del Salón, lo que no ha impedido el disfrute del público. Los cosplayers (asistentes disfrazados y caracterizados como sus personajes favoritos) campaban a sus anchas por el recinto, demostrando —algunos más que otros— que son capaces de crear verdaderas obras de arte con aguja, hilo y, quizá, un poco de cartón.
Las exposiciones, dedicadas a Emilio y Carlos Freixas, Alfonso Zapico, Santiago Sequeiros y José María Martín Saurí, también han sido algo escasas, aunque la de Saurí y su particular visión del mito artúrico merecía pararse a verla tranquilamente. 
Según indica Gonzalo en declaraciones a Efe, “la selección es exclusivamente de autores españoles porque seguimos apostando por el cómic nacional. Queremos demostrarle al mundo, y sobre todo a nuestros compañeros españoles que no conocen el mundo del cómic, que somos la gran cantera de DC y Marvel, y de otras muchísimas editoriales estadounidenses y europeas”.
Sin embargo, a pesar de la buena salud de la que goza el sector frente a los estragos financieros, Gonzalo critica la falta de apoyo institucional. “Lo ideal sería que Expocómic estuviera de puertas abiertas a todo el mundo, gratis, y que entre todo el mundo a disfrutar de la cultura del cómic, pero a día de hoy es imposible”, señala a Efe.
Expocómic cerró sus puertas el domingo, día tradicionalmente dedicado al manga (el cómic japonés), con una asistencia inferior a la de otros años, después de que los participantes del concurso de karaoke rompieran los tímpanos de los asistentes, tal y como viene siendo habitual. Las ventas tampoco han sido las esperadas, la crisis hace estragos en todas partes.
La próxima cita en Madrid será el Expomanga, del 6 al 8 de mayo de 2011, de nuevo, en el Palacio de Cristal.
