ESTO NO ES UNA MUJER

La raya verde, de Henri Matisse

“Esto no es una mujer. Es un cuadro” espetó, cortante, Matisse frente a una buena señora que contemplaba, con horror, esta obra en el Salón de Otoño de París de 1905; zanjando, con ello, todo debate posible en torno a La raya verde. Y es que, no fue solo ella; decenas, miles de personas se escandalizaron ante la sacudida que provoca su incoherencia cromática, una verdadera locura en la pintura de la época, y la condenaron al mayor de los ostracismos. Y él reaccionó.
Tranquila pero tensa, dura, geométrica, tan poco convencional. Salvaje. Sintética. Así aparece la esposa del pintor, convertida casi en una de esas fauves (fieras) que después darían nombre al movimiento que abanderó Matisse. Intensidad emocional creada a base de color y para la que las reglas naturalistas poco o nada valen. Donde una raya verde imprime la fuerza y da el sentido hasta hacerse imprescindible; como si en ella, y solo en ella, pudiera condensarse la vibración de un alma. Sin duda, toda una afirmación personal y provocadora de cómo las cualidades vitalistas del color pueden crear un retrato, cuanto menos, arrollador.

Título: La raya verde
Autor: Henri Matisse
Año: 1905
Lugar: Museo de Arte del Estado. Copenhague
Características: Óleo sobre lienzo
Medidas: 40.6 x 32.4 cm.

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