El mercado del arte también es para los jóvenes

Hablamos con Maravilas Artero (Mavi), sobre su trabajo, el arte y las oportunidades que todavía quedan para los jóvenes

El arte ha sido y sigue siendo (por desgracia), un mundo precario. Y no es precisamente por estar atravesando una crisis de creatividad, nada de eso tiene que ver. Es cierto que la pandemia ha golpeado a muchos sectores dentro de esta disciplina, pero si quitamos el foco de ahí y le perdonamos toda la culpa a la COVID del freno que han tenido que echar los diferentes sectores culturales, nos queda un problema que viene existiendo desde hace años atrás: la precariedad (sobre todo en jóvenes) dentro del arte.

Las nuevas generaciones no pierden el tiempo. Hay muchos que se atreven a empezar en ello y cada día tienen en sus manos más herramientas y medios en los que promocionarse y publicar sus obras. Las redes sociales se han hecho cargo de ese trabajo, pero aún así sigue siendo difícil despegar y ser considerado un verdadero artista. A pesar de esas vallas que se encuentran y que los hacen caer –no siempre–, hay voces que nos animan a seguir intentándolo, a no rendirnos.

Esa es la voz de la maravillosa Mavi, o maravillasartero, como la conocen muchos. Ella es una joven de 22 años de Lorca (Murcia) que viajó rumbo a Madrid hace 6 años para comenzar sus estudios en Bellas Artes. A partir de ese momento no ha dejado el pincel ni la ilusión por hacer lo que le gusta. Con una sonrisa que no tardo en ver reflejada también en sus ojos, Mavi me recibe en el Mercado de Diseño celebrado el pasado 20 y 21 de noviembre en Madrid, y en seguida comprendo un poco de dónde sale toda esa luz que irradian sus cuadros. 

Es cierto que hay muchos jóvenes que no temen adentrarse en lo artístico, no le temen a probar y fallar. Otros, en cambio, no consiguen reunir la fuerza necesaria para avanzar y crecer en lo profesional. Ella, sin duda, pertenece a los primeros. Es el claro ejemplo de perseverancia y entusiasmo. Desde bien pequeña le han inculcado un valor muy grande por la cultura y ella misma ha sabido conducir y plasmar todos esos conocimientos y experiencias hasta sus lienzos.

Pregunta [Cultura Joven:] ¿Cree que el mundo del arte es agradecido?

Respuesta. [Mavi:]  Depende del aspecto en el que lo mires. A nivel económico, a no ser que estés exponiendo en galerías importantes, meterse en ese mundo es muy difícil, y más si eres joven. Si empiezas desde cero hay mucha competitividad, mucha gente. Si hablamos del arte decorativo es mucho más complicado porque se trata de un capricho, no es algo de primera necesidad. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo.

P. Entonces, ¿cree que es difícil vivir del arte hoy en día?

R. [M:] Sí, por supuesto que sí. Para vivir de esto tienes que tener muchos años de rodaje y estar muy metida en el mundillo. Que vendiendo tus obras puedas costearte la producción, eso ya es un logro. Poder vivir desahogadamente solo con esto… es una cosa bastante complicada. Es muy difícil y ya no solo para vivir, sino para seguir produciendo. Además, al empezar no puedes poner unos precios demasiado altos, tienes que encontrar un equilibrio y eso es difícil. Depende también de la experiencia que tengas, del caché, de cómo te valore la gente. 

R. [CJ:] Y, esa afición suya por el arte, ¿de dónde sale?

R. [M:] El arte siempre ha sido mi primera opción, siempre lo he tenido muy claro. Desde pequeña sabía que quería estudiar Bellas Artes. Quizá haya sido influenciada por mi abuelo, que él no se dedicaba a esto de manera profesional, pero como hobby hacía exposiciones y siempre me lo ha inculcado mucho. Nos llevaba a museos, hacíamos muchos viajes a Madrid para ver a Antonio López… nos traía a verlo todo y yo he crecido en casa viendo a mi abuelo pintar. Mis padres también han valorado mucho la cultura y nos han dado mucha libertad. Mis hermanas y yo en casa pintábamos las paredes, estaban reventadas (risas).

P. [CJ:] Los colores que utiliza siguen normalmente una línea, ¿es importante el color en sus pinturas?

R.[M:] Sí, me gusta jugar con colores muy vivos porque así llama más la atención. De esta manera hace que te entre antes por los ojos. El color y la textura es sin duda la herramienta fundamental para contar algo. Me gusta rendir homenaje a la mujer y esa relación que hay entre nosotras, ya sea entre madre e hija, en las amistades… eso es lo que quiero poner en valor a través de esa estética.

P. [CJ:] ¿En quién se inspira para dibujar a esas mujeres? ¿Son personas conocidas?

R. [M:] Yo realmente pinto un poco de memoria, no me fijo en una fotografía ni en nada en concreto. Obviamente, vas conociendo gente, tienes experiencias personales o incluso lugares. Todo eso se va quedando y va dejando un poso, se va interiorizando. Cuando pinto, todo eso sale. Cuando voy a pintar me vienen esas vivencias, esa gente a la que quiero… Muchas veces me dicen que se parece a X persona, no es que lo haga a propósito, pero todo eso se va quedando y es lógico que algo salga cuando pinto. He nacido en una casa en la que somos 7 chicas, y eso está dentro de mí y es lo que sale cuando creo una obra. Siempre he tenido muy presente la sororidad y esto ha influenciado mucho la manera en la que trabajo.

“Siempre he tenido muy presente la sororidad y esto ha influenciado mucho la manera en la que trabajo”

P. [CJ:] ¿Qué es lo que más difícil le resulta dentro del mundo del arte?

R. [M:] Tener la fuerza mental de decir “bueno, no me va bien ahora en esto, quizá el año que viene o al siguiente, etc”. Es mucho sacrificio. Mis horas libres también las invierto en pintar y al final es una cosa que me gusta, pero no deja de ser un trabajo y tengo que renunciar a otro tipo de hobbies por estar pintando. Lo más difícil es la perseverancia de seguir hasta que salga bien. 

P. [CJ:] ¿Y lo que más le gusta?

R. [M:] Que es algo muy agradecido con una misma. Es una manera de expresarme. Además, si hay gente alrededor que lo valora, eso llena mucho. Aunque también haya críticas, si ves que a la gente le gusta lo que haces es muy gratificante. En mi caso es muchas veces una terapia. 

P. [CJ:] ¿Qué le diría a una persona joven de su edad que esté empezando y no tenga claro si seguir en esto o no?

R. [M:] Le diría que tuviera mucha confianza en su proyecto. Que no espere a que estén todos los cabos atados, simplemente que empezara por algo, aunque sea pequeño, porque todo va saliendo de manera natural. Es una carrera de fondo y hay que pensar en ello a largo plazo porque seguramente al principio sea un inversión de tiempo, dinero, esfuerzo… Seguramente al principio no se vean los resultados, pero todo llega. De un día para otro no te haces famoso ni consigues el reconocimiento que esperas. Tienes que creer mucho en ti mismo y no rendirte. Es importante no intentar adaptarse al mercado que hay. Hay que ser fiel a lo que uno es de verdad, porque al final la gente conecta con las cosas auténticas y las cosas que se hacen desde la transparencia. 

“Hay que ser fiel a lo que uno es de verdad, porque al final la gente conecta con las cosas auténticas”