Los boleros están de moda y si no que se lo digan a Daniel Zepeta e Iván de la Rioja, integrantes del grupo Daniel, me estás matando. Un dúo artístico que hizo bailar y llorar a un público que no paraba de cantar, sonreír y sobre todo de soñar. Madrid fue una de las ciudades elegidas para su primer tour por España, en concreto en el famoso Teatro Lara. Desde antes de comenzar el concierto, los asistentes, en especial un público bastante juvenil, formaron una inmensa cola para deleitarse de sus cálidas voces.
Los componentes del grupo formaron Daniel, me estás matando, allá por el 2018. Un nombre pintoresco que fue elegido por medio del azar mediante un sorteo con tres papelitos. Ambos, nacidos en México, están obteniendo cada vez más protagonismo a nivel internacional después de todos estos años de trayectoria. Su género musical por excelencia son los boleros, pero van mucho más allá, se podrían denominar los boleros del siglo XXI. Mezclan este género con sonidos digitales por medio de sintetizadores, creando lo que ellos llaman el «bolero glam«.
Ataviados con una americana de terciopelo roja, camisa blanca y unos pantalones chinos negros se adentraron en el escenario bajo un mar de aplausos y vítores por parte de los asistentes. Iván se presentó con su típico gorro de lana negro tan característico. Junto a ellos también acudió la saxofonista Marisol, hermana de Iván, con un pañuelo rojo ceñido al cuello, acorde con el color de las chaquetas de los protagonistas. Sin más preámbulos iniciaron su espectáculo. Al finalizar la primera canción se presentaron al público emocionados por la belleza del Teatro Lara.
Gran parte de sus canciones son de desamor, el argumento típico de los boleros, como una de sus piezas musicales más famosas Lo hice, te dejé, durante la cual el público cantó sin parar hasta el final de la canción. Para después pasar a otros temas como el amor libre, la fe en uno mismo y, cómo no, el despecho de observar cómo la persona que amas decide irse con otra persona. Un batiburrillo de canciones, en total 17, en las que todos los asistentes se pudieron sentir identificados. Un público entregado al igual que los cantantes, que no paraban de hacer bromas y animar a los asistentes por medio de bailes y chistes.
Invitados estrella
El que fue líder del grupo de rock Los Ronaldos, Coque Malla, apareció como invitado durante el concierto participando en una de las canciones más recientes del grupo, Lágrimas y Lluvia. Otra invitada especial fue Valeria Castro que se animó a cantar la triste Quisiera junto al dúo. Una canción que hizo soltar más de una lágrima creando uno de los momentos más íntimos y bellos del concierto.
Aparte de las lágrimas, las carcajadas reinaron dentro del teatro. Con la canción Adiós, Adiós Daniel se animó a recrear una insinuante coreografía e incluso motivó a una espectadora a seguir el ritmo y a bailar delante de todo el público. Durante la actuación, el ambiente de tristeza se disipó para seguir con un clima mucho más festivo y alegre. Las sonoras risas continuaron aumentando cuando utilizaron la base de la misma canción para improvisar con el repertorio de otros artistas que el público proponía como, por ejemplo, el icónico Aserejé.
El feedback de los asistentes fue en aumento conforme se acercaba el indeseable fin. Tanto Daniel como Iván explicaban el significado detallado de sus canciones y preguntaban al público si, por ejemplo, les habían roto el corazón. Antes de cantar la canción Fúgate, Daniel afirmó que el mensaje del bolero «se explica al pensar en un mismo y atreverse a ser feliz”.
El concierto finalizó con una canción extra por parte de los integrantes bajo la presión de la audiencia, pidiendo entre aplausos una última canción después de la exitosa Somos Algo. Un desenlace que concluyó con una exclusiva bajo la manga de Daniel, que confirmó el casamiento de Iván en 15 días. Madrid fue la segunda parada de su tour, su primer concierto fue en Sala la Nau de Barcelona, pero para los más despistados y amantes de este género, aún tienen la suerte de poder acudir a su último directo el 21 de noviembre en la sala Bombo y Platillo de Zaragoza.
