Easton Ellis: ¿american psycho o gran escritor?

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American Psycho, la tercera novela de Bret Easton Ellis -ese ser ambiguo que parece escribir desde un trono por encima del bien y del mal- es un libro que no recomendarías a un ser querido. Patrick Bateman, el protagonista de este macabro diario, es el joven que los hombres envidian y las mujeres desean. Rabiosamente atractivo, elegante y heredero de una poderosa y prospera empresa multimillonaria, Patrick cena en los mejores restaurantes de la ciudad, es invitado de honor en las fiestas más exclusivas, dedica su tiempo de ocio al sexo con mujeres ridículamente hermosas y todo parece estar al alcance de su mano; el sueño americano hecho carne. Pero -como decía Mark Twain- todos, como la luna, tenemos un lado oscuro.

 Algunos mienten, otros roban, los hay que necesitan apagar deseos inconfesables. Patrick Bateman siente el impulso de maltratar, violar, torturar, descuartizar y en ocasiones devorar –no siempre en este orden- a sus semejantes.

Escenas que ni Dante podría haber imaginado en su infierno y que harían palidecer al marques de Sade se alternan con fiestas de lujo, cocaína a espuertas, debates estéticos y sesiones intensivas de sexo –no siempre consentido- que ruborizarían a Nacho Vidal.

Lo más terrorífico no es que acumule cuerpos –o lo que queda de ellos- en su piso, sino vernos reconocidos en una parte de él, pensar que ese asesino es aparentemente el paradigma de nuestra imagen del éxito. No eres Patrick -claro que no- pero alguna vez deseaste serlo. Tú también te imaginaste vistiendo un traje de Armani, conduciendo un Ferrari, cenando con ese/esa modelo que hace que te muerdas el labio y pujando por un cuadro millonario en una subasta. Patrick comparte contigo el sueño de lujo y ostentación, ahora ya sabes lo que se siente. A cambio, debes ser testigo de su lado oscuro, acompañarle hasta su particular infierno y no cerrar los ojos en ningún momento. Te sentirás asqueado de haberte hecho colega de un tipo como él.

Ellis, el maestro de las contradicciones, convierte su novela en la pesadilla de una mente enferma o, tal vez, en una de las críticas más feroces y terroríficas a nuestro sociedad. ¿Profesional de la provocación o de la literatura?, ¿gran escritor o un imán para nuestro lado más morboso? Probablemente, las dos cosas.

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