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Darío Grandinetti: «Para los actores es importante entender el personaje sin valorarlo»

Patricia López Arnaiz interpretando a "Nina" en la nueva película de Andrea Jaurrieta.
Fotograma de la película "Nina".

Cultura joven pudo estar presente en el coloquio sobre Nina, la película dirigida por Andrea Jaurrieta y coprotagonizada por Darío Grandinetti, a los cuales pudimos preguntar muchas cuestiones acerca del film

A sus 38 años, la cineasta nacida en Pamplona, Andrea Jaurrieta, ha conseguido asentarse en la pequeña y complicada industria cinematográfica española. En 2018 fue nominada a mejor director novel por Ana de día, sin embargo hasta este 2024 no había dirigido otro largometraje en solitario. Para este proyecto tan importante para ella, ha construido un elenco a medida, necesitaba a actores maduros y jóvenes para así poder crear los dos tiempos narrativos con los que juega este film, que nos cuenta el viaje de vuelta a su pueblo natal, ubicado en el norte de España, para poder acabar con algunos fantasmas de su pasado que le atormentan hasta el día de hoy.

El villano elegido fue un viejo conocido de la directora, el argentino Darío Grandinetti (Rosario, Argentina, 1959). A este veterano actor lo hemos visto en la pantalla grande haciendo este tipo de personajes, sórdidos, maquiavélicos, inteligentes y con un punto de atracción oscura. Era sin duda una gran elección.

Ambos se juntaron en los cines Embajadores Río para hablar con nosotros sobre todas nuestras curiosidades sobre Nina, esta película producida por Ander Barinaga-Rementeria.

Pregunta: ¿Qué piensan sobre las primeras críticas hacia la película?

Andrea Jaurrieta: Estamos muy conformes con lo que se está diciendo sobre la cinta. Algo bueno habremos hecho cuando el crítico del Diario de Navarra se ha enfadado tantísimo.

P.: ¿Por qué decidió hacer un proyecto donde se tenía que poner en la piel de un personaje tan despreciable?

Darío Grandinetti: Era una película que quería hacer de todas maneras, al principio creí que solo me querrían para el final, no para interpretar al personaje de joven, pero lo quería hacer porque hay que hablar de estas cosas. Nos hemos portado mal como sociedad, antes pasaban estas historias y hay que rendir cuentas con el pasado. Este tipo de gente existía y la gente siempre se extraña cuando se dan cuenta de quién lo hace, ya que suele ser gente bien asentada en la sociedad.

Fotograma de la película Nina, donde Darío Grandinetti interpreta a Pedro

P.: ¿Cómo es para un actor tener que mimetizarse con alguien que hace tales cosas?

D.G.: Para los actores es importante entender al personaje sin valorarlo. Tienes que representarlo y para ello debes de entender por qué hace esas cosas a pesar de que sean atroces. Al final es el trabajo de la actuación.

P.: ¿Cómo fue la elección de Aina Picarolo para interpretar a la joven Nina, ya que está excelente en este papel?

A.J.: Al casting se presentaron varias chicas y probamos a ensayar con ellas la escena más complicada que era la de los dedos. Aina nos dejó impresionados a todos con su actuación. Es una chica muy madura y ,además, tiene ese toque angelical que queríamos para el personaje. Ella era perfecta y lo ha demostrado.

P.: ¿Cómo fue grabar las escenas más perturbadoras que aparecen en pantalla?

D.G.: Esas secuencias eran complicadas, pero ella era muy madura y conseguimos crear una relación empática entre los dos. Fue una manera de llevar algo que nos resultaba traumático a los dos. De todas maneras esas escenas se hacen con todos los cuidados, en ningún momento nos tocamos, es una cuestión técnica que se da al rodar y, aunque parezca una cosa en la pantalla, en la realidad eso no ha ocurrido. Por otro lado, me pasó una cosa curiosa con estas escenas y es que me dieron asco cuando las vi. Es algo que a pesar de haber interpretado a otros personajes miserables no me había pasado.

Andrea Jaurrieta rodando una de sus películas

P.: ¿Cómo trabajó desde el punto de vista de la escritura el personaje de Nina? ¿Fue complicado escribir el papel de una mujer con vivencias tan traumáticas?

A.J.: Estuve hablando con psiquiatras que habían tratado este tipo de casos, y muchas de las víctimas tienen en común la falta de desarraigo y la soledad. En el caso del personaje de la película, ella tiene una familia desestructurada, donde su padre está siempre ausente y su madre falleció. Al no tener atención y cariño en sus casas es más fácil que este tipo de gente pueda manipularlas y es lo que quise plasmar cuando escribía.

Tráiler de Nina.

P.: Por último, ¿cómo trabajó las escenas a nivel de ensayo? ¿Se buscó mucho la improvisación?

D.G.: Lo más importante es el guion, sin eso, aunque se ensaye mucho, no se puede hacer nada. En este caso todo el mundo tenía claro lo que se quería contar y cómo, así que el ensayo fue sencillo. Queríamos que fuese una historia que se contase a fuego lento y que no se diese todo mascado.

Roberto Ponce López

Periodista que nunca ha sabido cómo definirse, pero podría ser un personaje salido de una película de Aki Kaurismäki. Me podréis encontrar en el cine viendo alguna película en la que salga Timothée Chalamet o en las calles de Madrid escuchando a Luis Miguel.

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