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Víctor Moreno: «La moda solo cambia cuando alguien propone algo transgresor»

Víctor Moreno.
Víctor Moreno.
Víctor Moreno, diseñador de moda y creador de la marca Vitti Moreno.

Un amplio moodboard lleno de imágenes preside el pequeño rincón en el que Víctor Moreno (Zaragoza, 1996) ha pasado la mayor parte de este año. A su lado, un maniquí, muchas tijeras, agujas y un considerable número de rotuladores, cuidadosamente ordenados por colores. La obsesión por la estética de este diseñador novel zaragozano se advierte nada más entrar por la puerta de su diminuto piso de Madrid. En la mesa reposa la máquina de coser, algunos libros y varios trozos de tela. “Ahora estoy patronando”, explica.

Cuando Moreno tenía tres años pasaba el tiempo dibujando. Sobre todo en verano, en la casa de campo de sus abuelos. “Solía dibujar muñecas y añadía en ellas detalles que el resto de niños no sabían apreciar a esa edad, como pendientes o pestañas”, cuenta. Le costó un tiempo relacionar este don con la moda: “Sabía que terminaría trabajando en el mundo del diseño y del arte, pero al principio pensé en estudiar Arquitectura”. Un momento complicado en su vida le hizo recapacitar y decantarse por el bachillerato artístico.

Hoy, ya con su título de diseñador de moda bajo el brazo, regenta su propia marca: Vitti Moreno. Nació a raíz de su proyecto de final de grado para el Centro Superior de Diseño de Moda de Zaragoza. Así creo su primera colección, Future reset, formada por un total de 26 looks que funcionan como el hilo conductor de una historia. De ellos confeccionó los cinco primeros, que desfilaron en la última edición de la Aragón Fashion Week, en marzo de 2019. Decidió mudarse a Madrid en octubre del pasado año. “Aquí los precios son más bajos y hay más talleres pequeños acostumbrados a trabajar con jóvenes diseñadores”, explica.

C.J.: ¿Cómo es el día a día de un diseñador de moda?

R: Lo que yo hago es rollo amateur y no es lo mismo que hacen otros diseñadores, porque la mayoría tienen un equipo grande y diversifican su actividad. Según la época del año, realizo diferentes tareas. Ahora llevo un mes solamente patronando para obtener muestras de las prendas. Pero otras veces busco fuentes de inspiración, diseño a partir de ellas, hago recortes de imágenes que me inspiran, pienso en el enfoque que quiero darle a la colección, pruebo tejidos y materiales. También cuido la estética de Instagram: puedo estar varios días con la tableta gráfica utilizando Photoshop, Illustrator o InDesign. No es un oficio mecánico. Por mucho que me organice de una manera, pueden surgir mil imprevistos. Aunque la moda lleva unos ritmos y al final hay que darse prisa. Este ha sido un año de adaptación a Madrid, de aprender a gestionarme yo mismo más que como diseñador.

C.J.: ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?

R: Veo bastante moda, algunas marcas me gustan más y otras menos, me voy nutriendo de todas. Aunque en ningún caso trato de copiar, inspirarme es inevitable. La moda es cuestión de reinventar, darle tu toque, intentar llevártelo a tu terreno y formar una identidad propia de diseño. Me inspiran cosas cotidianas, lo que me inquieta, la cultura popular. El mundo del arte es una gran fuente y una gran base. Puedes tener otro leitmotiv, pero fijarte en figuras y referentes siempre enriquece.

A Moreno le hubiese gustado irse a Londres para continuar sus estudios en la prestigiosa Central Saint Martins, pero finalmente se decidió por darle un empujón a su marca “para tener un portfolio”. Su propósito es empezar poco a poco para poder después conseguir lo que quiera: “Estoy tratando de obtener reconocimiento”. Escogió ‘Vitti’ como un diminutivo moderno de su nombre y no quiso deshacerse de su apellido, Moreno, para que todos recordaran de dónde viene.

C.J.: ¿Qué objetivos persigue Vitti Moreno a corto y a largo plazo?

R: La marca está pensada con un carácter de diseño. Las prendas tienen una estética cuidada, moderna y actual. Trato de jugar en una franja entre ropa urbana, deportiva y de street style con otra algo más elegante y formal. Me gusta jugar con los colores sin exceder el límite de lo hortera. El objetivo es que la persona pueda jugar con prendas dinámicas que le aporten versatilidad. Actualmente, Vitti Moreno tiene dos proyectos. Por un lado, estoy confeccionando el resto de la colección ‘Future Reset’ con el objetivo de presentarla a un certamen y conseguir visibilidad. Por otro, estoy creando una pequeña colección cápsula que me gustaría vender de aquí a unos cinco meses. Soy solo una persona, por eso cuesta bastante tiempo sacar todo adelante.

CJ: Participó como asistente de estilismo para las editoriales y la portada de la revista NEO2 Magazine. Además, uno de sus diseños formó parte de la editorial de Lazowi. ¿Cómo fue la experiencia?

R: Conocí al estilista Javier de Juanas, fashion editor de NEO2, en unas confluencias organizadas por mi escuela en Zaragoza. En su ponencia tuvo que seleccionar en directo varios looks y cogió algunas de mis prendas. Le comenté que estaba en Madrid y unos días después me llamó para decirme que le había encantado un abrigo. Se lo llevé y lo utilizó para el look de Lazowi que salió en portada. Lo combinó con un mono de Gucci y una boina. Además, tuve la oportunidad de asistir a showrooms en Madrid y de observar la dinámica de trabajo de un estilista para revista. Fue una experiencia increíble que me encantaría repetir. NEO2 es una de las revistas españolas más transgresoras sobre cultura y moda. Uno de mis objetivos era salir en esa revista y lo cumplí mucho antes de lo que esperaba.

Lazowi en la portada de NEO2

Para el diseñador, la moda es “ante todo, una forma de expresión para mostrar quienes somos”. Cree que la vestimenta “transmite y es cultura” porque la cultura constituye “todo aquello que ha sido creado por el ser humano y que trasciende”. Según Moreno, el mejor diseño no solo es aquel que funciona, sino el que tiene “ese trasfondo artístico que te dice algo más”. Le inquietan las personas que visten de una forma diferente al resto. “La moda que estoy haciendo también dice mucho de quién soy yo, de lo que quiero dejar para este mundo”, añade. Adora la “faceta creativa” de su trabajo, pero detesta “todo el tiempo que transcurre” desde que tiene una idea hasta que la ve materializada.

P: ¿Qué opinión le merece la moda española?

R: El concepto de fast fashion está demasiado establecido porque lo hemos mamado del gran Inditex. En España no hay una cultura de moda como la hay en Inglaterra, Italia o Francia. Esto no quiere decir que no haya moda y que no tengamos grandes diseñadores. Me gusta la gente que trata de hacer cosas nuevas.

Creo que la moda española debería arriesgar más, dar un impulso a los jóvenes talentos. Si siempre se hace lo mismo, el mundo no avanza. Es como la música: no cambia hasta que no llega alguien y te propone algo diferente o transgresor, como Rosalía. Me siento muy identificado con ella, creo que es una persona adelantada a su tiempo y que tiene una visión por encima del resto. Entiendo perfectamente lo que quiere transmitir. Veo su capacidad de visión reflejada en la mía. También tengo muchos defectos, pero las cosas buenas hay que resaltarlas. No me gusta la falsa modestia.

P: ¿Defiende la consideración de la moda ética?

R: Entiendo la existencia del fast fashion. Hay que ser realista y no todo el mundo puede permitirse comprar ropa más cara. Estamos mal acostumbrados porque, desde pequeños, hemos visto prendas muy baratas. El fast fashion conlleva el enriquecimiento de un pequeño grupo de personas en detrimento de otras que no obtienen beneficios porque están bajo unas condiciones de trabajo que no son óptimas. Es obvio que siempre habrá un jefe y un peón, pero me gustaría que todos obtuvieran algún beneficio y que todos se encontraran en las condiciones adecuadas para su desarrollo personal y profesional. Por eso quiero confeccionar mis prendas en España, sin explotar a ningún trabajador ni generar un consumo masivo, sino uno más responsable y ético. El consumo no es malo porque genera riqueza. La cuestión es intentar repartir esa riqueza.

Las redes sociales son un importante medio de difusión para Moreno. “Muy a mi pesar, no les puedo dedicar todo el tiempo que me encantaría”, se lamenta. Instagram y Pinterest son sus aplicaciones predilectas. “Soy un obseso de la estética y cuido mucho cada detalle, tanto en mi cuenta personal como en la de la marca”. Admite que le encantaría vestir a “celebrities como Rosalia, Lady Gaga o Billie Eilish”, aunque, sobre todo, pretende que compre su ropa “alguien que se sienta realmente identificado” con las prendas. “Quiero vestir a quien crea en mí”, proclama.

 “Trabajo, sacrificio y talento” son, según Moreno, las tres claves del éxito en su oficio. “¡La imaginación!”, responde implacable cuando se le pregunta qué virtud le permitirá llegar hasta la cúspide del mundo de la moda. Su sueño es desfilar en Madrid, París, Nueva York, Milán y en cada una de las ciudades que se le van ocurriendo con los ojos iluminados. “Eso sí, siempre dentro del calendario oficial”, especifica. Cree que será difícil abrir una tienda física, así que se conforma con vender online y en los showrooms de cualquiera de esas infinitas ciudades en las que sueña desfilar.

No me deja irme sin antes enseñarme su enorme armario ordenado por colores y los cuidados bocetos de su colección Future reset. Puede estar diez horas dibujándolos sin parar. Lo tiene claro: “La única forma de hacer moda es dar un paso más allá, no seguir con lo establecido”. “Me falta el dinero -bromea-, pero lo haré”.

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