BANSKO NO ES LO QUE ERA

Monstruo De Un Sólo Ojo

Hay cosas que no cambian nunca. Como los recuerdos buenos, especialmente los que tenemos guardados de la infancia. El pueblo de Bansko para mí siempre va a seguir siendo aquella villa idílica, desconocida y cómodamente escondida entro los picos de la montaña de Pirin. En la realidad Bansko también sigue, con muchísimos más metros cuadrados construidos, con un número de habitantes – entre los turistas y la gente local décimas de veces mayor que hace 10-15 años. Pero al mismo tiempo ha cambiado la imagen de la estación –

hay pistas más amplias y mejor mantenidas, varios spa hoteles, un teleférico nuevo. Lo que está claro – Bansko ya no es lo que era.

Bansko pistasNo voy a caer en sentimentalismo melancólico. Objetivamente está bien que Bansko se desarrolla, que se va conociendo fuera de Bulgaria como buena estación de esquí y aparte del número de turistas también sube el de las inversiones inmobiliarias en la region. Aun La Copa del Mundo de 2011 de Esquí en la disciplinas de Slalom y Supercombianada se va a celebrar en Bansko. Así que Bode Miller, Benjamin Raich o Carlo Janka van a probar mis pistas favoritas, a comer la comida balcánica en las acogedoras tabernas, escuchando a los músicos gitanos que virtuosamente mezclan el típico sonido del folklor macedónico con ritmos orientales, chansons franceses, jazz, melodías cíngaras, himnos comunistas, pop folk. Todo lo que el cliente pida.

bansko tavernaY el mismo cliente también ha cambiado ya bastante de tipo. Entre las centenas de gente de habla y pinta de Europa del Este, el búlgaro es el que menos se puede oír o ver. Bansko es una curiosa amalgama de la gente local – las abuelas con pañuelos negros y los bodegueros que ya se consideran hombres de negocio, los mafiosillos de ciudades cercanas que vienen el fin de semana para enseñar sus todoterrenos, los turistas eufóricos y medio perdidos entre las pistas, las tavernas y los músicos, y los mismos músicos que están más contentos que nunca – con la boca llena de dientes de oro – símbolo incuestionable de riqueza y prosperidad.Bansko vista

Se quedó fuera el grupo más importante – el de los amantes de la montaña, que simplemente quieren esquiar o hacer snowboard y disfrutar de la belleza de Pirin. Sin duda la naturaleza de la región generosamente se ofrece. Situado entre 950 y 2900 metros sobre la altura del mar el pequeño (ya no tan pequeño) pueblo de Bansko y la estación que le corresponde, con sus 70 km de pistas bien preparadas cumple lo esperado. Y para los interesados – es una de las mejores zonas de Europa de Este para free ride con un sinfín de posibilidades de pintorescas fueras de pista. El mismo pueblo tiene un casco antiguo interesante. La iglesia de la Santísima Trinidad, fundada en 1832, las casitas alpinas, el olor deIglesia de la Santísima Trinidad frío, de chorrizo y de chimeneas, y los puestos de artesanía que decoran las calles. Solo si no hubiera tanto turistas – son demasiado en comparación con el tamaño del pueblo.

casas en BanskoBansko no es lo que era. Pero vete allí entre semana, al final de febrero o el principio de marzo y sin duda vas a encontrar mucho del Bansko autèntico y encantador, asì como era.

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