AQUÍ SÍ HAY PLAYA

Venga, prepárate y vístete con lo primero que encuentres, que nos vamos a comer a la playa. A una playa madrileña que en pleno barrio de Malasaña ofrece a quienes la visitan una exquisita y elaborada carta a precios más que razonables. ¿El mejor acompañante? buena música y una iluminación de colores cambiantes que consigue un ambiente chill out de lo más relajante. Porque Madrid no necesita playa, y si la echamos de menos nos la inventamos.

Ojalá es el nombre del restaurante más especial de un grupo del que también forman parte La Musa Latina o JUNK CLUB. El secreto de su éxito es simple: platos selectos e innovadores en pequeñas cantidades y con unos precios al alcance de todos. Lo más recomendable,Parte de arriba del restaurante Ojalá elegir el surtido de tapas o ensaladas para compartir; y de postre, fresas de cine con crema de palomitas y cubiertas por todo un mito gastronómico de nuestra infancia: los Peta zetas.

Tan sencillo como coger el metro hasta la estación de Tribunal y acercarse a la Calle San Andrés número uno. Sólo allí podrás experimentar sensaciones únicas mientras pisas la blanca arena y dejas hundir tus manos en ella, al tiempo que saboreas una impactante bomba de carne o unos también cinematográficos tomates verdes fritos. No es posible reservar, el primero que llega planta la sombrilla y se queda con el sitio. Para los más previsores existe otra planta, aunque mucho más común y con menos encanto. Nada que ver con el ambiente que se encuentra al descender las escaleras: paradisiaca arena para acompañarnos en un desayuno, una comida, merienda o cena que, una vez que se prueba, no se tarda en repetir.

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