AIRES NUEVOS RECORREN LAS CUERDAS DE MOGWAI

Mogwai

Son como ese vecino majete de toda la vida, ese con el que nos encontramos de vez en cuando en la panadería, y con el que siempre cae una agradable cañita y una charla amena que nos endulza el paladar. Rebosan familiaridad, humildad y grandes dosis de trabajo y constancia. Por eso Mogwai rara vez nos decepciona. Los de Glasgow editan este invierno su séptimo álbum de estudio, Hardcore will never die, but you will, y eso me lleva a dos conclusiones. Uno: que me estoy haciendo mayor si recuerdo casi íntegra la carrera de una banda con siete discos. Y dos: que a veces ese vecino modesto y de hábito cotidiano, de pronto, se ha convertido, no solo en estrella, sino en una de las más admiradas referencias del post-rock.

Esta vez han vuelto en serio, de verdad; Y son los de siempre: el Mogwai del Mr. Best y del Happy Songs For Happy People, que relega casi al ostracismo a su olvidable y último trabajo, The Hawk Is Howling. De este Cd dije hace unos meses que no me convencía, que le faltaba ese pasito hacia adelante que ya tocaba, una evolución necesaria. Porque el post-rock debe reinventarse casi cada mañana ya que, en teoría, aborrece lo ya establecido. Y el paso ha sido todo un salto, con oca de por medio.Mogwai, el quinteto de Gloasgow

Hardcore will never die, but you will suena a nuevo desde la primera nota, desde la aireada y siempre instrumental ‘White Noise‘. La múltiples capas de guitarra, bajo y teclado vuelven a su sitio, pero proyectan sombras distintas, hábilmente deformadas. Otra novedad: con ‘Mexican Grand Prix’ demuestran, al parecer, haber superado su asignatura pendiente, la de coquetear con la electrónica manteniendo incólumes sus estructuras progresivas de rock agresivo. Las mismas que, contundentemente, renuevan en ‘Rano Pano’, una 3ª pista que completa un primer cuarto de hora brillante. Aires nuevos recorren las cuerdas de Mogwai. 

Siempre han sido maestros del contraste: eléctricos y anestésicos; pero ahora nos sorprenden con pequeñas dosis de concentrada contundencia como ‘San Pedro‘, de remarcada estructura, donde cada nota se ha colocado con martillo. Eso sí, bien rodeada de narcóticos. Sonar a nuevo y a añejo a la vez no es fácil, pero los de Glasgow lo han conseguido. Porque las mejores transiciones se hacen modificando poco a poco las piezas.Y ‘How To Be A Warewolf‘ o ‘Too Raging To Cheers’ (o las mismas ‘Rano Pano’ y ‘White Noise’), por ejemplo, repiten la clásica progresión Mogwai, pero con fraseos, transiciones y pequeños detalles totalmente inéditos hasta ahora. 

MogwaiUn grupo de culto como este no suele necesitar nuevos argumentos para presentarse en un festival como el Primavera Sound. Sin embargo, en este caso, Mogwai sí nos da una buena razón para volver a verles en mayo. Hardcore will never die, but you will proporcionará a su directo las mismas oleadas de suaves y densos guitarreos, la misma profundidad, iluminada por manchas, de su callado instrumentalismo, y el mismo claroscuro rítmico de siempre, que nos hace gravitar desde el torrente al remanso. Pero también habrá un Mogwai más maduro, más pulido, con una mejora técnica que parece haber barnizado su sonido. Es lo que suele pasar cuando un grupo crece tanto desde un sello independiente como Matador Records: siendo tan dueños de su sonido, tarde o temprano, terminan auto-produciéndose. Este es, por tanto, el primer trabajo importante de Rock Action Records, su propio sello discográfico.

El disco, por cierto, se filtró en Internet el 31 de diciembre, pese a que la fecha oficial del lanzamiento es el 14 de febrero. Definitivamente, la industria musical ya ha cambiado. Y Mogwai navega viento en popa simplemente porque son buenos y hacen bien su trabajo.  

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