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Metaficción, romanticismo y déjà vu en ‘Matrix Resurrections’

Matrix Resurrections
'Matrix Resurrections' genera una sensación común en los espectadores: extrañeza. Warner Bros.

22 años después del estreno de The Matrix (1999), llega la ansiada y temida cuarta entrega de la franquicia que redefinió todo un género

La última vez que vimos a Neo en la gran pantalla fue en Matrix Revolutions (2003), cuando se sacrificó para lograr la paz entre los hombres y las máquinas. Ahora regresa para llevar una vida normal y corriente en San Francisco, pero tendrá que volver a elegir entre la pastilla roja y la azul, con una Matrix mucho más fuerte y poderosa.

Matrix Resurrections reúne a las estrellas originales Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss como Neo y Trinity. Aunque en esta ocasión no disfrutaremos de una de las piedras angulares de la icónica saga, el Morfeo al que dio vida Laurence Fishburne (que no fue invitado al nuevo rodaje), sustituido por Yahya Abdul-Mateen II (Aquaman, 2018), como una caricaturesca y desacertada versión del mentor de Neo. Completan el reparto principal Neil Patrick Harris (Perdida, 2014), impecable en el papel de psicoanalista de Neo, Jessica Henwick (Iron First, 2017) como Bugs, Priyanka Chopra (Tigre blanco, 2021) en la versión adulta de Sati o Jonathan Groff (Mindhunter, 2019), quien, por su parte, interpretará al nuevo villano, sin conseguir llenar el vacío del original Agente Smith (Hugo Weaving).

En esta entrega solo regresará una de las directoras, Lana Wachowski, junto al novelista David Mitchell (El atlas de las nubes, 2004) y los colaboradores de la serie Sense8 (2015).

Keanu Reeves regresa 18 años después en ‘Matrix Resurrections’. Warner Bros.

Desde su estreno las opiniones han sido muy dispares, siendo catalogada como brillante y decepcionante a partes iguales, aunque se puede hablar de una sensación común en los espectadores: extrañeza.

¿Pastilla roja o pastilla azul?

«Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más» – The Matrix (1999)

El protagonista, que aparece con aires de John Wick y algo más de expresividad, parece no recordar nada de su vida, ni siquiera a Trinity. Ya no es Neo, sino Thomas A. Anderson y se atiborra de pastillas azules que le prescribe su psicoanalista. Aunque la verdad irá reapareciendo cuando Morfeo le vuelva a ofrecer la pastilla roja

La cinta reutiliza demasiado metraje de las anteriores entregas. Warner Bros.

Matrix Resurrections es profundamente autorreferencial, y en ello es atrevida e inteligente. «Warner Bros. ha decidido crear una secuela de la trilogía y lo harán con o sin nosotros», así es como la película aborda el difícil proceso de su propia creación. En un intento por satisfacer a los fans y asumiendo la imposibilidad de superar el film de 1999, eso sí, disparando unas cuantas balas a la industria cinematográfica.

Se apuesta por una ingeniosa autoparodia, rompiendo continuamente la cuarta pared. La cinta se burla de la nostalgia y la absoluta adoración al film original, pero en sí misma constituye todo un canto de amor a la mitología de Matrix, aunque recurriendo en exceso a los flashbacks para reutilizar metraje de la trilogía.

Adiós al «porno para la mente»

La intención de Lana Wachowski no era crear un reboot o remake, sino construir algo «diferente». The Matrix (1999) fue revolucionaria y espectacular: su estética, los efectos especiales, el ritmo y la originalidad. Ya se hizo todo. Las siguientes entregas fueron cayendo en un agotamiento de ideas, filosofía barata y romanticismo.

Pues bien, no nos engañemos, Matrix Resurrections es una historia de amor con larguísimos diálogos. Nada más que eso. Toda la película, a excepción de la reflexión meta, gira en torno a los esfuerzos de Neo por rescatar a Trinity. Es irremediablemente superflua. Que nadie espere ir al cine y salir perplejo ante un mito de la caverna disfrazado de cuero y látex, no sucederá.

Matrix Resurrections reúne de nuevo a Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss. Warner Bros.

Lana Wachowski se ha encargado de la dirección en solitario, ya que esta nueva entrega ha coincidido con un duro golpe para las hermanas, la muerte de sus padres. Lilly confesó que se encontraba agotada, acababa de salir de su transición y no quería recorrer el mismo camino ni retomar las ideas creativas del pasado. 

Quizás por ello, en Matrix Resurrections se replantean algunos de los pilares de la trilogía original, haciendo un ejercicio de deconstrucción. Se llega incluso a considerar que la idea de las pastillas como una elección binaria no fue del todo acertada. Tampoco falta la crítica a ese prototipo de superhéroe masculino que ellas mismas crearon, en un acusado intento por equiparar a Trinity con Neo. Y es que las Wachowski han perdido la fe en su «elegido».

La película agradará a unos más y a otros menos. Pero podría haber sido mucho peor.

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Elsa Vallarino

Graduada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Estudiante de Máster en Periodismo Cultural y Máster en Ciencias de las Religiones. Amante de los viajes y de la cultura asiática.

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