Cómo la Iglesia inventó a la mujer…

y la iglesia invento a la mujer

Después del impactante éxito conseguido con La Acabadora, la escritora sarda Michela Murgia nos sorprende con Y la iglesia inventó a la mujer (Ediciones Salamandra), un ensayo que repasa el papel de la mujer dentro de la historia del catolicismo. La escritora abarca este complejo tema a partir de sus experiencias infantiles con la religión y de los siguientes estudios de teología. Y la iglesia inventó a la mujer más que un ensayo teológico es un libro íntimo, por la trayectoria personal que guía la autora en sus reflexiones. «Tenía que pasar cuentas con María, aunque en realidad este libro no es sobre la Virgen.

 

Es un libro sobre mí, sobre mi madre, sobre mis amigas y sus hijas, sobre mi panadera, mi maestra y mi cartera. Sobre todas las mujeres que conozco y reconozco. Dentro están todas las historias de las que somos hijas y de las que son hijos también nuestros hombres: los que nos querrían guapas y calladas y, sobre todo, los otros. Este libro es también para ellos, y lo he escrito consciente de que de esta historia falsa no saldrá nadie si no nos decidimos a salir todos juntos».

Basándose sobre todo en el modelo de perfección y pureza de María de Nazaret, Michela Murgia analiza la figura de la mujer de nuestros días, como el resultado de un proceso de evolución que se ha producido a partir del imaginario católico. Es decir que las mujeres modernas, que lo quieran o no, son hijas de aquel modelo cristiano. Y la iglesia inventó a la mujer es una respuesta al porque todavía nos enfrentamos en los anuncios publicitarios o en las revistas femeninas, con una imagen de mujer aflicta y angustiada. Sin embargo, la autora no se preocupa tanto de la figura de mujer planteada en la Biblia, como de la imagen de mujer pensada por los Padres de la Iglesia y que todavía se queda en nuestro substrato cultural.

Michela Murgia nos cuenta una curiosa anécdota sobre que quiere decir una mujer con la palabra “NO”. Por generaciones a los hombres se le enseñaba a ser valientes, a luchar para sus derechos y a decir “no”; a las mujeres se le enseñaba la virtud de la obediencia y a decir siempre “si”. La palabra “no” no estaba en el vocabulario femenino hasta las primeras revoluciones. De aquí se pasó muy rápidamente a la convicción, radicada en el sentido común, que cuando las mujeres dicen “no” en realidad quieren decir “quizás”, y cuando dicen “quizás” evidentemente quieren decir “si”. La escritora sarda se sirve de parábolas de los Evangelios, de fragmentos de encíclicas papales, de revistas femeninas, de iconos de moda y anuncios publicitarios para convalidar sin simplificarlo su punto de vista. Con el título original de Ave Mary, Michela Murgia nos cuenta como la iglesia inventó a la mujer.

 

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