Pocas personas pueden inventarse, reinventarse y transformarse a nivel artístico y físico como Lady Gaga, mutando en la escena musical con unos looks inefables o entregándose en sus actividades abundantes: desde proyectos musicales, pasando por la moda o la filantropía. Desde hace 11 años, la Mother Monster –así la llaman sus fans- no ha cesado de romper toda una serie de códigos establecidos para adueñarse de ellos y adaptarlos a su propio estilo. Ahora, su carrera está más vinculada al cine que nunca.
Tras conquistar su segundo Globo de Oro el pasado mes de enero por Shallow, convertida en un verdadero himno de su repertorio (ha superado a Bad Romance, alzándose como la canción más premiada de la artista, con más de 20 galardones hasta el momento), la neoyorquina aspira ahora al Óscar a mejor actriz por su papel en la película Ha nacido una estrella (dirigida por Bradley Cooper) y a mejor canción, de nuevo por Shallow.
Ya desde sus 12 años, la pequeña artista, niña prodigio -empezó a tocar el piano con tan solo 4 años-, más bien burguesa, inteligente y muy sensible, se decantó por el arte dramático en la academia Lee Strasberg, antes de seguir en la Tisch School of the Arts. “Me encantaba interpretar, pero era muy mala durante las audiciones. Estaba muy nerviosa, perdía todas mis capacidades, no era la misma”, declaró en una entrevista para la revista Vogue el pasado mes de agosto. Resulta difícil imaginarse que esta cantautora y compositora, con una presencia escénica incomparable, se dejara llevar por sus miedos al interpretar un papel. De la misma manera, ella tampoco hubiera imaginado que su futuro encuentro con el actor estadounidense Bradley Cooper iba a cambiar -otra vez- su vida por completo.
En 2016, el actor la escuchó cantar La vie en rose en una gala benéfica contra el cáncer en Los Ángeles. Era el nacimiento de un proyecto de remake. El de Ha nacido una estrella. El próximo 24 de febrero marcará un antes y un después en la carrera de la cantante. Su interpretación en esta película, que supone su primer papel protagonista en un largometraje, podría pasar definitivamente a la historia si despunta como vencedora en la categoría a mejor actriz. De lo que no cabe duda es que Lady Gaga, que cuenta con 272 galardones en total hasta el momento (entre los que destacan sus 9 grammys), se ha ganado un nombre entre los críticos de cine gracias a una actuación que le ha valido nominaciones en las dos ceremonias más prestigiosas.
A pesar de esto, no es la primera vez que la cantante aparece en cine o en televisión.
El Génesis televisivo
¿Cuántas veces salió en la pequeña pantalla Stefani Joanne Angelina Germanotta –aka Lady Gaga- antes de convertirse en una de las estrellas del pop más influyentes del siglo XXI? Varias veces. Gracias a Internet, ya sabíamos que había sido víctima en 2005 de una cámara oculta, cuando tenía 24 años. En concreto, apareció en un episodio de Boiling Points, un programa del canal MTV en el que algunos actores de incógnito llevaban a cabo diversas bromas.
Sin embargo, su primera aparición en televisión -y verdadera actuación- fue mucho antes, en la famosa serie Los Soprano, emitida en HBO entre los años 1999 y 2007. En el noveno capítulo de la tercera temporada, una joven Lady Gaga de 15 años efectuaba su primer cameo, interpretando a una de las amigas del hijo del mafioso Tony Soprano. Otra de las breves intervenciones olvidadas fue la que hizo en la serie de MTV The Hills, en 2008.
Más tarde, en pleno auge de su carrera artística, Gaga realizó una participación estelar en el décimo episodio de la tercera temporada de la serie Gossip Girl, entonando Bad Romance, uno de sus mayores hits. La artista apareció cuando el personaje de Leighton Meester (Blair Waldorf) contrataba a una cantante para una fiesta privada. Escogió a Lady Gaga, que hizo de ella misma.
Cameos cinematográficos
Tras unos primeros pasos televisivos, llegó otro gran momento: su primera aparición en la gran pantalla. En 2013 se sumó al elenco de Machete Kills, la secuela de Machete, dirigida por Robert Rodriguez. La cantante se convirtió en La Chameleón, una espía sensual no muy diferente a ella en cuanto a estilo exuberante se refiere. El reparto de este film contaba con intérpretes como Charlie Sheen, Sofía Vergara, Antonio Banderas, Mel Gibson, Alexa Vegas y, por su puesto, el gran protagonista, Danny Trejo.
Un año después, Lady Gaga volvió a ponerse a las órdenes de Robert Rodriguez para la película Sin City: Una dama por la que matar, con una inconfundible estética noir del cómic original creado por Frank Miller, en la que la cantante de Born This Way da vida a Bertha, la camarera de un bar.
La etapa «American Horror Story»
Su actuación en la serie American Horror Story: Hotel (2015) de Ryan Murphy es, sin duda alguna, su segunda actuación más importante como actriz. De hecho, en 2016, fue galardonada con su primer Globo de Oro (mejor actriz en una miniserie o film para televisión) por su papel de La Condesa, un personaje oscuro y sanguinario, dueño del Hotel Cortez.
Lady Gaga volvió a actuar en la sexta temporada de esta serie de terror titulada American Horror Story: Roanoke (2016), aunque no de manera recurrente como en la quinta temporada, en la que encarnó a una bruja inmortal.
