De Madrid… al cielo

café gaudeamus

Una de las frases más típicas de Madrid, más castiza y chulesca,  es «de Madrid al cielo», y continúa con «y desde allí, un agujerito para poder verlo». Esta frase viene a decir que como en Madrid no se está mejor en ningún sitio. La oferta de cosas para hacer es enorme. Para vivir, la capital, y después de la vida, el cielo. FanzineRadar visita algunos de los cielos de Madrid.

Desde la puerta de entrada a uno de los barrios más castizos de la Villa, el Barrio de las Letras, podemos encontrar refugios entre patatas bravas, paella, cañas y colas de gente esperando para conseguir mesa en ese punto estratégico. Junto a la plaza de Tirso de Molina (Calle del Doctor Cortezo 7, 6º, metro: Tirso de Molina), en un piso que desde fuera parece una vivienda más, la Casa Granada desafía al vértigo para ofrecer una parada necesaria para tomar una caña. Al oeste: el Rastro,  al este: el Teatro Nuevo Apolo; al norte los tejados de Madrid y el cerro de Los Ángeles, y caminando un poco hacia el sur: el siguiente destino.casa granada

En la azotea del edificio de las Escuelas Pías de la UNED (Calle de Tribulete 14, 4º, metro: Lavapiés), en pleno barrio de Lavapiés,  está Gaudemus Café. Quizás es un poco más “bobó” (algunos los conocen por pijos alternativos), más de cena entre amigos o en pareja, pero la excusa de tomar una copa y disfrutas de las vistas es para todos.

Para completar el recorrido, aunque haya muchas más terrazas en la capital dignas de ser visitadas, merece la pena pagar 2 euros para subir a la azotea del Círculo de Bellas Artes. Si la gente lo permite y se consigue un remanso de paz con el menor ruido posible, lo mejor que ofrece la diosa Atenea, custodia de las artes, la sabiduría y de la azotea, es una bocanada de aire fresco y luz, necesaria a veces en la velocidad de la vida madrileña. Muchas veces es mejor eso que el mejor plato que puedas degustar en un restaurante.

Por eso es un disfrute poder probar un pedacito de ese cielo desde algunas de las azoteas más bonitas de la capital. Tomar algo dejándote envolver por los tejados de las corralas, de los edificios más emblemáticos, imaginando ser un diablo cojuelo capaz de observar desde las alturas todo aquello que se cuece en las casas de Madrid.

CBA atenea

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