CUANDO LA LECTURA SÓLO ES UN PASATIEMPO

Portada del libro

Torcido, te has levantado torcido y el día se ha ido retorciendo más con el transcurso de las horas. Sólo piensas en que las manillas caminen rápido; pero el reloj no avanza, permanece inmóvil y los minutos se alargan, desquiciando tus nervios y acabando con tu paciencia. Llegas a casa y con un movimiento automático pulsas el botón. La televisión se enciende y tú te dejas caer hacia atrás, cansado, hastiado, vencido. Seleccionas un canal cualquiera, el más fácil, y te dejas llevar por la facilidad de vaciar tu mente frente a un programa al que no tienes que prestar excesiva atención para no perder el hilo. Sin más, no necesitas hacer uso de tu intelecto, ni lo pretendes. Sólo dejarte llevar ante unos minutos de descanso psíquico y físico.

Si las circunstancias hacen que en vez de situarte ante un televisor lo hagas frente a una estantería, la Portada de La sonrisa de Ariadnacosa no cambia excesivamente. Sólo quieres llenar un tiempo hueco en el que no podrías disfrutar de la mejor novela escrita hasta ahora. Y es entonces cuando los ves. Ahí están, agazapados, esperando su oportunidad. Premios y finalistas del Planeta, best sellers, historias con cuestionable calidad literaria pero con innegable capacidad embaucadora. Entre todas estas joyas del pasatiempo está ella, Pura Vida, del escritor y político José Mará Mendiluce.

“Ésta es una historia de amor. Pero no del amor que hace languidecer a los amantes frente a una puesta de sol. Ésta es una historia de pasiones arrolladoras y violentas, de placeres apurados hasta la última gota. Ésta es una historia de amor en un lugar del mundo donde la vida no respeta ninguna regla. Una historia sobre vidas en estado puro”. Es una historia de retos personales, de cambios, de verdades enteras, de nuevas oportunidades y de felicidad conquistada a golpe de valentía. Su protagonista es Ariadna, trabajadora en la ONU, que decide cambiar y pide trasladarse a Costa Rica. Allí se dejará llevar por la pasión más instintiva gracias a Jonás, un mulato de Puerto Viejo que la arrastrará hacia el hoyo del amor irracional. Nunca ya nada en su vida volverá a ser igual y su destino se reescribirá hasta cambiar por completo toda su realidad. Directa, sin artificios, al grano, así nos Cuenta Mendiluce un relato que fue finalista del Premio Planeta en el año 1998 y que tuvo su segunda parte en La sonrisa de Ariadna. El hilo argumental, el mismo, el escenario, repetido y la calidad dudosa, siendo benevolentes. Sin embargo, no podremos parar de leer, devoraremos sin descanso cada parte de una novela enmarcada dentro de ese amplio grupo literario que tanto gusta y tanto bien hace al individuo ávido de colgar el cartel de “cerrado por vacaciones”.

Título: Pura vida
 
Escritora: José María Mendiluce
 
Año: 1998
 
Género: Novela
 
Idioma: Español
 
Editorial: Planeta

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