¿Todo por la pasta o todo por amor al arte? No me cuestiono si será lo primero o lo segundo, lo único que tengo claro es que hay veces en las que los astros (o los cheques) se alinean y de un día para otro me encuentro con que At the Drive-In y Refused, dos de las bandas de rock más importantes de finales del siglo pasado vuelven después de más de una década separados. Las condiciones de la ruptura de estas dos bandas fueron muy duras e inesperadas. Además, los nuevos proyectos surgidos tras las disoluciones (The Mars Volta y The (International) Noise Conspiracy) iban viento en popa, por lo que una posible reconciliación parecía una utopía.
At the Drive-In, norteamericanos de origen latino, dejaron de tocar en 2001, en el punto álgido de su carrera tras el lanzamiento del aclamadísimo Relationship of Command (2000) debido principalmente a problemas con las drogas (de los que dudo seriamente se hayan recuperado aún); lo mismo ocurrió con los suecos Refused, que en el zénit de su creatividad y popularidad, reflejado en el histórico The Shape of Punk to Come (1998), rompieron por las deterioradas relaciones personales entre los miembros de la banda. El último concierto de los suecos fue en un sótano en Estados Unidos, cancelado por la policía a los quince minutos de actuación. 
Con frases tan ilustrativas como “This station is non-operational” y “Refused are fucking dead”, que te recibían tristemente al entrar en las webs de los grupos, ni en mis mejores sueños podría haber esperado unas reuniones tan repentinas. Casi cualquier conjunto de rock alternativo y especialmente de post-hardcore (por poner etiquetas más o menos ilustrativas) citará a los suecos y a los tejanos como influencias. Y es que la huella y la leyenda que At the Drive-In y Refused han dejado tras de sí se ha ido alimentando con el paso de los años, porque han configurado el sonido de la música actual.
De momento son muy pocas las fechas de conciertos anunciados, y de posibles nuevos discos nada de nada. Ambos estarán en el Coachella, que como siempre tiene un cartel que ni en cuarenta vidas podremos ver en un festival español. Siempre está la posibilidad de que actúen en el alemán Rock Am Ring, a ver si hay suerte. Desde hoy mismo empiezo a ahorrar por si acaso.
