“¡Ya estamos aquí!”. Así anunciaba Netflix por twitter su desembarco en tierras españolas el pasado 20 de octubre. Se acabó seguir quejándonos de que el gigante de la televisión por internet nos ignora. Y para celebrarlo, el CEO y cofundador de la plataforma Reed Hastings, y el director de contenidos Ted Sarandos se dieron cita el martes en Madrid. Estuvieron acompañados por algunos de los rostros más populares de sus series como Taylor Schilling (Orange Is the New Black), Daryl Hannah y Miguel Ángel Silvestre (ambos en Sense8), Krysten Ritter (Jessica Jones), Steven DeKnight (Daredevil), y Will Arnett (Bojack Horseman).
Sin embargo, será ahora, con la resaca del día después, cuando Netflix España tenga que demostrar de qué pasta está hecha. Tiene a su favor el éxito que le precede a nivel mundial, con cerca de 70 millones de suscriptores repartidos a lo largo y ancho del planeta. Es ya uno más en los hogares norteamericanos, latinoamericanos y en gran parte de Europa. Sin embargo, en España deberá enfrentarse a otros competidores ya afincados en el mercado español como Filmin, Yomvi, Wuaki.tv y Nubeox. Pero además de eso, recae sobre sus hombros la difícil tarea de reducir la piratería ilegal en nuestro país, donde en 2014 un 58% de consumidores accedió ilegalmente a contenidos en internet. Los responsables de la compañía, lejos de amedrentarse ante las adversidades, confían ciegamente en que la plataforma se hará un hueco en la vida diaria de los españoles. ¿Y cuáles son sus fortalezas para cumplir este objetivo?
Una de las ventajas de Netflix es que ofrece un plazo gratis de suscripción de un mes. Si al mes, el usuario quiere darse de baja puede hacerlo con un solo clic. Así de simple. En caso de querer continuar como suscriptor, la plataforma ofrece tres tarifas diferentes, adecuadas a cada bolsillo: la básica de 7,99 euros, que se podrá disfrutar en un sólo dispositivo; la segunda modalidad por 9,99, en dos dispositivos al mismo tiempo; y la tarifa Premium, que ofrece por 11,99 euros todos los contenidos en cuatro dispositivos al mismo tiempo y con resolución 4K.
Para evitar que los suscriptores abandonen la plataforma al finalizar el mes de prueba, Netflix apuesta por su mayor reclamo entre los usuarios: las series, muchas de cosecha propia, que destacan dentro del amplio catálogo que ofrece la plataforma. Ejemplo de ellos son House of Cards y Orange is the New Black, que finalmente están presentes en España con sus dos primeras temporadas. Además, la lista de contenidos incluye producciones españolas como Velvet, Allí Abajo o El ministerio del tiempo y no se descarta crear en un futuro ficciones propias en España. Películas españolas estrenadas en los últimos años, como Carmina o Revienta, Torrente o 3 Bodas de Más también están a la carta, junto con otros muchos largometrajes nacionales y extranjeros.
Otra baza a su favor es que esta distribuidora proporciona una particular manera de ver la televisión. En lugar de esperar a un día y una hora en concreto para ver un sólo capítulo, pone a disposición del usuario toda la temporada desde el primer momento, para que éste pueda disfrutar de cada capítulo cuando quiera, donde desee. De la misma manera, Netflix conoce los gustos y preferencias de sus usuarios, gracias a lo cual recomienda qué película, documental o serie ver.
Aún es pronto para vaticinar si Netflix será un éxito sin precedentes que consigue prosperar en un país donde bajar series y películas está a la orden del día, o si al contrario fracasará estrepitosamente en el intento. De momento, todos aquellos interesados en dar una oportunidad a la plataforma podrán hacerlo si son clientes de Vodafone TV. De lo contrario, deberán descargar el servicio en la propia web de Netflix a través de Smart TVs, tablets, smartphones, ordenadores, consolas de videojuegos y decodificadores conectados a Internet. Las expectativas son altas y después de la larga espera toca probar el nuevo juguete. Además, el primer mes corre de su cuenta.
