Han pasado ya 50 años desde el asesinato de John Fiztgerald Kennedy aquel 22 de noviembre en Dallas. Un hombre carismático, envuelto en más de un lío de faldas, que ha pasado a la historia por su papel en la guerra de Vietnam, por todos los interrogantes que aún hoy siguen rodeando su muerte, y por ser un presidente diferente.
Ella siempre jugó un papel muy importante en su carrera. Conocida como un icono de la elegancia y el glamour, su traje de chaqueta rosa, ese que llevaba el día del asesinato de su marido, que aún conserva las manchas de sangre, se ha convertido en el símbolo de una época. Pero Jacqueline Kennedy fue algo más que una mujer interesada por la moda.
Era periodista. Hablaba varías lenguas, era joven y guapa. Él se preparaba para ser senador. Se casaron en 1953, y siete años después, JFK vencía a Nixon y se convertía en Presidente de los Estados Unidos. Los Kennedy se transformaron rápidamente en una pareja muy mediática, un fenómeno más similar al de las estrellas de cine que al de sus predecesores en el Gobierno.
Con altibajos en su matrimonio y una sombra de tragedia que los perseguía a todas partes, Jackie supo desde el primer momento cuál era el papel que debía interpretar. Sería una primera dama perfecta, que humanizara y diera calidez a esa imagen tal vez poco cercana que solía envolver a los presidentes. Sus 31 años, su estilo y su formación jugaron a su favor: todos querían saber más sobre su vida privada.
Siempre correcta, tradujo su personalidad arrolladora en un vestuario discreto, impecable, minimalista, cargado de colores pastel, complementado con bolsos de cadena dorada y esos sombreros pillbox que fueron esenciales en su estudiado look. Jacqueline aportó una imagen de sofisticación y cercanía que muchas primeras damas han querido imitar, pero que muy pocas han logrado.
Escenarios, televisión y libros
Mucho se ha escrito sobre ellos, sobre sus vidas y sobre esos misterios que aún rodean los últimos días de John. Algunos todavía ponen en entredicho la versión oficial del asesinato y revelan nuevos datos o declaraciones inéditas, como el investigador americano Shenon en su libro “JFK: Caso abierto”.
La televisión y el cine no se quedan atrás. A lo largo de estos años se han grabado decenas de películas y mini-series en las que se han retratado las desventuras del matrimonio. «JFK» (1991), del director Oliver Stone, es sin duda la más conocida, pero no la única. Una de las últimas adaptaciones de su vida a la pequeña pantalla ha sido “Los Kennedy”, dirigida por Jon Cassar y protagonizada por Greg Kinnear, Katie Holmes y Barry Pepper, que se estrenó en España a finales de enero de 2012 en Cosmopolitan TV y en agosto en Telecinco.
El teatro también rinde su particular homenaje al presidente estadounidense. Estos días se representa en el teatro Cofidis Alcazar de Madrid “Los hijos de los Kennedy”, basada en el libro de Robert Patrick.
