En el Día Mundial de la Poesía, ponemos el foco en Mil cartas de amor, de Lola Galíndez, un libro que recoge el duelo de una madre tras la pérdida de su hija en forma de relatos y poemas
Hay momentos en los que el destino, el “todo pasa por algo”, se hace más evidente. Hay encuentros que despiertan recuerdos, y descubrimientos que evocan historias. Incluso, historias, vidas y amor que se acaban recogiendo en libros.
Buscando de librería en librería un regalo para mi hermano, llegué a la tercera esperando que el libro que había pedido no estuviera también agotado. Nada más entrar, una cara conocida me sonrió desde el fondo de La Casa del Libro. Era Lola Galíndez, la mujer que tantos días me había saludado y despedido durante mis años de colegio cada vez que pasaba por secretaría. Y allí estaba, con su sonrisa de siempre, acompañada de un stand lleno de ejemplares de su libro, Mil cartas de amor, dedicado a su hija Patricia, fallecida hacía ya dos años.
Una casualidad que descubrió en mí un libro nacido y escrito desde el corazón, lleno de poesía, anécdotas e historias que dejan un legado de esperanza y vitalidad en todos los que tuvieron la suerte de conocer a Patricia, y en los que la van a poder conocer ahora gracias al libro. Como describe su autora en la contraportada, Patricia, una joven apasionada y divertida, esposa y madre de dos niños pequeños, hermana mayor y cariñosa hija, queridísima amiga de sus amigas, fallecía en 2020 de un tumor tras más de dos años de enfermedad.
«Tu silla vacía,
tu ausencia golpeando.
¿Será cuestión del alma?
¿Será cuestión del corazón?
¿O es, simplemente, locura de amor?
Cómo cuesta vivir sin ti».
Lola Galíndez
Mil cartas de amor, escrito en forma de epístola, son conversaciones de una madre con su hija tras su marcha. Publicado por la editorial ECU (Editorial Club Universitario), un año después del fallecimiento de Patricia, este libro con ilustraciones está estructurado en tres partes, con una primera más íntima, en la que Lola Galíndez recorre los 37 años de vida de su hija y su lucha contra la enfermedad. Le escribe a ella directamente, recordando momentos que vivieron juntas, el día a día de la enfermedad. La segunda parte contiene testimonios de su familia, sus amigas y la gente cercana a ella. Y la tercera parte, volcada en sentimientos hacia ella, está llena de cartas y relatos escritos con mucho amor.
La autora narra con un tono de esperanza el duelo por la pérdida de una hija, que más allá de la tristeza, provoca en el lector agradecimiento, fortaleza, dulzura, recuerdos y mucho cariño por Patricia, una hija, hermana, madre y amiga que dejó marca en todos los que tuvieron la suerte de conocerla. Un libro que nace desde una de las experiencias más duras que se puede vivir como persona, como madre, que es la pérdida de un hijo. A través de él, se nos permite acompañar a su autora por su duelo y los recuerdos de una mujer muy amada por quienes la rodeaban.
“Patricia falleció el 9 de diciembre de 2020 a consecuencia de un tumor cerebral muy agresivo”, cuenta Galíndez en una entrevista en Alacantí Tv. “Luchamos mucho”.
A Lola siempre le ha gustado escribir, siempre ha tenido una inquietud creativa. “Con Patricia durante su enfermedad pintábamos, con la idea de enmarcar cuadros y hacer una exposición, que luego nunca llegamos a hacer”. Después de la pintura, tras fallecer Patricia, Lola pasó a la escritura. “Empecé a escribir a los pocos días de que falleciera. Ella nació un 24 de diciembre y el primer día que le escribí fue ese 24 de diciembre a través de Instagram para felicitarla”, cuenta sobre el proceso de embarcarse en el proyecto del libro. “A raíz de ahí, cada noche expresaba en papel sentimientos, mi pena, mi dolor, a través de unos relatos que, en un principio, cuando se los leía a mis hijos, los encontraban muy tristes, de una madre muy dolida”, confiesa.
Fueron sus hijos los que, en cierta manera, le sugirieron escribir un libro motivador, un libro en el que hubiera una parte de esperanza. “Poco a poco, cada noche, cambié el modo de escribir, y lo hice de modo esperanzador”, asegura Lola.
“Hemos tenido momentos buenos en los que pensábamos que podíamos vencer a la enfermedad”, sin embargo, resulto ser un tumor agresivo que se podía tratar, pero no operar. “En mi libro en ningún momento figura la palabra cáncer. Es una palabra que me cuesta mucho decir”.
La presentación del libro tuvo lugar en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Fue un día que se vivió con mucha emoción y que reunió a todas las personas que querían a Patricia. Sin embargo, unos pocos días antes, había fallecido el marido de Lola. “Tuvimos un poco de dudas de si continuar con la presentación o posponerla, pero con tantas muestras de cariño, decidimos seguir adelante con el proyecto y presentarlo el día 21 con ellos dos acompañándonos desde el cielo”. Y allí estuvieron pendientes, pues desde el primer momento llenaron la sala y agotaron los libros. “Fue un momento muy emocionante tanto para mi como para mis otros dos hijos, María y Borja”.
Lola Galíndez espera que el libro llegue principalmente a sus nietos y a la gente que tanto quería a Patricia, no solo en la enfermedad, sino siempre. “Es un legado para mis nietos. Para que puedan conocer a su madre, a su tía”.
“Yo creo que el libro puede ayudar a otras personas que estén pasando por un duelo tan complicado”, añade sobre ese legado de amor. “El libro tiene esa parte positiva, de esperanza, en la que se refleja la alegría de Patricia frente a la enfermedad, los planes que hizo, cómo seguía su vida. Puede ayudar a muchas personas a ver que con la enfermedad se puede vivir, a pesar de que parezca que en algunos momentos te puede y te vengas abajo”.
Incluso durante la enfermedad, a pesar de los momentos de recaídas, Patricia mantenía la alegría y la esperanza. “Muchas veces me preguntaba, ¿mamá, tú crees que llegaré a los 50? A lo que yo le contestaba que claro, a los 50, a los 60… ¿Por qué no? Hoy estamos aquí, mañana no sabemos dónde vamos a estar”.
«Muchas veces me preguntaba, ¿mamá, tú crees que llegaré a los 50?».
Durante el duelo, su marido y ella apenas querían salir a la calle. Lola salía al anochecer, se acercaba al mar, miraba las estrellas y hablaba con su hija. Pero al final, Lola cuenta que cuando vives algo así, se aprende a valorar pequeños gestos, detalles, visitas de gente que no te esperabas. “Son dos pérdidas muy importantes en poco tiempo, la de mi hija y mi marido, eso me ha hecho aprender a valorar el momento, a seguir adelante y llevar la vida lo mejor posible”.
Mil cartas de amor viene con ilustraciones de Pepa Coqueta y Andrea del Barco, basadas en fotos de Patricia y en las que se han plasmado algunos de los momentos del libro.
Lola cuenta que si tuviera que sonar una música, una canción, sería definitivamente de la Oreja de Van Gogh, el grupo preferido de Patricia, y, de hecho, fue la banda sonora del día de la presentación.
Con libro en mano, salí de la librería leyendo la dedicatoria que me había firmado Lola: «Cuando mires al cielo, la estrella más bonita, la que nos ilumina día y noche, ¡es ella!».
Mil cartas de amor de Lola Galíndez está disponible en Amazon, Casa del Libro, El Corte Inglés, Editorial Club Universitario.