Todo lo que hace HBO es digno de mención. Y cuando apuestan por una serie hay que verla, y ya después decides si te gusta o no. Girls trata sobre cuatro chicas que viven – o más bien intentar vivir – en Nueva York. Todo parecido con Sex and the city es meramente estético aunque la serie (también de la HBO) de las neoyorquinas más famosas está presente en Girls con un gran guiño en el piloto de la serie. Estas cuatro chicas viven cada día el drama de ser joven en la gran ciudad, dramas tan mudanos en la gente de menos de 30 que quizás si tienes más no te va a gustar. Que sólo encuentres trabajo como becaria, estar mantenida por papá y mamá, ir de una relación mala a otra peor… De esto parecen saber mucho las chicas de Girls.
Quizás ahora no sea raro estar un año trabajando con un contrato en prácticas sin cobrar un mísero euro y cuando llega el momento de decirles a tus jefes que ya es hora de que te paguen ellos deciden que mejor tener a otro becario porque total lo hacen gratis y si uno no quiere otro querrá el trabajo.
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Puede ser que esta serie sea la nueva joya de HBO, un grito generacional desde las calles de Manhattan que bien podrían ser las de Madrid, en las que un grupo de jóvenes buscan encontrar su sitio – más allá de fiestas en el Upper East Side y vacaciones en Los Hamptons -.
Hannah (Lena Dunham), es una de las protagonistas, y es en cierto sentido una pequeña heroína dentro de su mundo porque los dramas mundanos que viven son los que afectan a cualquiera de nosotros y es por eso que el realismo de la serie ejerce un gran magnetismo sobre los que la vemos y nos sentimos como Hannah. Un poco perdidos en el gran caos que es este pequeño mundo. Cuando tus pies caminan y tú respiras el humo del tabaco que sale de su boca sin saber si dentro de un mes podréis seguir vislumbrando Nueva York desde vuestra azotea.
