La productividad no es una novedad en la carrera de Sr Chinarro. Al fin y al cabo Enhorabuena a los cuatro, disco presentado el pasado lunes, es el decimocuarto LP de su carrera. Por tanto, la relativa decepción que supone, más que en precipitación, nos hace pensar que el malagueño se ha acomodado. Lo cual resulta sorprendente en este inquieto artista.
Con El fuego amigo (2005) y su continuación El mundo según (2006), Luque consiguió ajustar definitivamente el sonido a sus inconfundibles letras (o viceversa) hasta el punto de ser considerado Disco del Año para Rockdelux con ambas entregas. Después, el malagueño ha ido abriendo su propuesta a un pop más convencional y directo que ha ido ganando adeptos hasta llegar a Enhorabuena a los cuatro. Este nuevo disco no es un paso atrás pero quizás el conjunto resulta algo aburrido a pesar de haberse rodeado de gente como Linda Mirada, Zahara, Annie B Sweet o Guille Mostaza.
El tema que abre la función, El destino turístico, consigue ecos del indie más noventero gracias al ruido de las guitarras y la sugestiva línea de batería y es quizás lo más inspirado. Después nos llegan toques más folclóricos con dos pasatiempos como Mañana, tarde y noche y Mal de la cabeza, esta última con reminiscencias rancheras. Rechace imitaciones recupera al Chinarro más críptico e interesante pero sabe a poco. La buena es sin duda el temas más pop, luminoso y progresivo, con pa-pararas y todo.
Más grande que Barcelona es el fallido single del disco. Repetitiva y convencional, no destaca por nada. Tu amigo especial, algo así como The Doors haciendo rumba, da paso a la peor parte del disco. Parece que la cosa puede remontar con la desganada e intensa Solo Shakespeare, pero La danza del vientre recuerda demasiado a un tema de Azúcar Moreno (sí, Azúcar Moreno). Catequesis cierra la función con el Chinarro más reivindicativo e inconformista.
En definitiva, un disco que carece de singles claros (excepto la corajuda El destino turístico), que seguro que no va a ser el mejor del año, pero que se escucha tan bien como todo lo que ha producido el Sr Chinarro en los últimos años. Se olvida rápido pero seguramente por eso volveremos a él en los próximos días.
