PORQUE TODOS LLEVAMOS UN VERANO AZUL DENTRO

Esperar al verano para estar todo el día en la calle con tus amigos del pueblo, jugar a los Goonies, a la goma, saltar a la cuerda. Coleccionar cromos que después guardabas en cajas de galletas, jugar a polis y cacos con niños a los que ni siquiera conocías. Días enteros con la BH de aquí para allá a lo Verano Azul. Guerras de globos de agua, helados Drácula, tigretones y berrinches interminables cuando te obligaban a sentarte y completar alguna página del cuaderno de divisiones de Rubio. ¿Has tenido un verano así? A todo esto te recordará Héroes, de Pau Freixas.

Héroes (Premio del Público en la edición de 2010 del Festival de Málaga) nos cuenta una historia bonita: un joven publicista (Álex Brendemühl), con una exitosa carrera profesional y una vida personal vacía, se ve inmerso en un viaje a contrarreloj para llegar puntual a una importante reunión de negocios. Durante el trayecto conoce a una chica (Eva Santolaria) que viaja tan sólo con una mochila y se dirige andando a una cita también importante, y con la que, a pesar de sus opuestas maneras de vivir la vida, conectará y acabará rememorando la época más mítica y emotiva de su infancia: el último verano que pasaron con la pandilla. Descubriremos quiénes fueron de niños, con qué intensidad vivieron su primer amor, su primera aventura y cómo se sintieron héroes, cuando luchaban por conseguir aquella cabaña mágica que les podía conceder todos sus deseos. Este viaje al pasado, a sus antiguos anhelos y motivaciones, hará que el publicista se replantee de la noche a la mañana su vida.

Pau Freixas y Albert Espinosa (Planta 4º, Tu vida en 65 minutos), director y guionista respectivamente, consiguen meterse de lleno en el tópico y la cursilería, de ahí que uno se espere casi todo lo que va a ocurrir. Pero Heróes se deja ver y además de abrirte el baúl de los recuerdos bonitos, cuenta con un reparto y unas actuaciones que están francamente bien, sobre todo los niños: Álex Monner,  Mireia Vilapuig, Ferrán Rull, Joan Sorriber y Marc Balaguer.

Es una película bonita y aunque remueve sentimientos y te llena de nostalgia porque te ves reflejado en los niños, peca un poco de americanismo, porque, vamos a ver, ¿quién ha tenido una cabaña en un árbol? Yo nunca lo conseguí y no será por no pedirla veces y veces. Y,  junto con la cabaña, no podía faltar el ‘Forever young’ de Alphaville en la banda sonora.

En definitiva, Héroes es una película entrañable con un derroche de cursilería aceptable y digerible para todos los públicos, que busca y encuentra la lágrima fácil y que te saca la sonrisa.  Es. básicamente, lo que se le pide a un domingo por la tarde en el que no tienes ganas de darle muchas vueltas a la cabeza.

En mi caso, reconozco que empecé a ver esta película sin ganas y terminé con una congoja considerable y buscando fotos de los veranos con mi pandilla del pueblo. Ah! Y también absolutamente espantada por el doblaje al castellano de este filme rodado originalmente en catalán, todo hay que decirlo.

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