Con 13 nominaciones, El reino, de Rodrigo Sorogoyen, se posiciona como la primera cinta favorita para ser la gran protagonista de la 33 edición de los Premios Goya, que se celebrará el próximo 2 de febrero en Sevilla, seguida muy de cerca por Campeones de Javier Fesser, con once candidaturas. La película inspirada en la trama Gürtel y el caso Bárcenas compite en las principales categorías, entre las ellas, mejor película, director, guion original, montaje y actor protagonista para Antonio de la Torre (Tarde para la ira), que como ya va siendo de costumbre, ha sido doblemente seleccionado (también compite por La noche de 12 años,de Álvaro Brechner, en la categoría de mejor actor de reparto).
Por su parte, aunque haya obtenido menos nominaciones que su gran rival, Campeones también aspira al Goya a mejor película, dirección y guión original. Javier Gutiérrez (El autor) está nominado como actor protagonista y Gloria Ramos, una de las actrices discapacitadas del film, quien interpreta al personaje de Collantes, como actriz revelación. Y, podría hasta decirse que las probabilidades de que termine liderando los Goya 2019 son incluso superiores a las de la obra de Sorogoyen por varios motivos, empezando por su condición de representante de España para el Óscar a mejor película extranjera.
Así, el pasado 6 de septiembre, la Academia de Cine desveló su apuesta para los premios de Hollywood de 2019; una cinta que se ha consolidado como uno de los mayores éxitos del cine español de estos últimos años. Ha sido la película española más taquillera de 2018 con más de 18,5 millones de euros recaudados -aún continúa su espectacular carrera comercial, con, hasta el momento, 19,4 millones de euros-. Esta decisión despertó numerosas reacciones positivas por parte del público que, en la gran mayoría de los casos, ve la película como un trampolín para la inclusión y la visibilidad de las personas con discapacidad mental.
El largometraje de Fesser narra la historia de Marco Montes (Javier Gutiérrez), un entrenador de baloncesto de la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto) que, después de ser despedido por diferentes asuntos personales y profesionales y, sobre todo, después de un accidente de tráfico, puede librarse de la cárcel con 90 días de servicios comunitarios entrenando a un peculiar equipo de baloncesto: todos los integrantes deportistas cuentan con diversas discapacidades.
Si bien es cierto que se trata ante todo de una comedia, también consta de momentos dramáticos que generan mucha empatía en los espectadores. De la misma manera, el mensaje general de la película inspira una multitud de valores, como el trabajo en equipo o la igualdad mediante el humor negro, el sacarsmo y la autoironía. Reírse de uno mismo para poder entender y visibilizar. Toda una oda a la superación. Este es uno de los puntos culminantes del film y, por lo tanto, otra de las grandes razones por las que podría recibir el reconocimiento del jurado.
Concretamente, pocas veces una comedia había conseguido contagiar ese espíritu tan positivo; de alegría, y de permitir al espectador apreciar lo que realmente importa. Algo que, bajo ningún concepto, el director habría logrado con actores profesionales para interpretar a los jugadores del equipo de baloncesto. El hecho de haber apostado por actores debutantes con verdaderas discapacidades intelectuales es una de las mejores decisiones para un resultado extraordinario, con naturalidad y sin fingimientos.
En definitiva, la película presenta todas las características del cine de entretenimiento, pero también y, sobre todo, las características de un cine social en potencia. Ejecuta un retrato sincero, bello, poco habitual y sin ningún tipo de prejuicio físico ni moral. Y eso, no solo es digno de aplauso, sino de reconocimiento.
