A las 21.50 de este fatídico 21 de Diciembre aún no se había acabado el mundo, es más, nacieron de la nada cosas como esta. El tercer single del nuevo disco de Alejandro Sánchez Pizarro (Alejandro Sanz para los menos aventajados en materia). Como un homenaje a esos marcianos que pensaban exterminar la raza humana, llega desde el extramundo ‘Mi Marciana’, la mejor canción compuesta nunca por Sánz.
Sí, me he venido arriba con esta afirmación, pero es que después de nueve discos publicados, y con el peso sobre sus espaldas del éxito universal de Más, nadie pensaba que podría superarse a sí mismo, pero lo ha hecho.
La Música No Se Toca, que así es como se titula el disco en el que se enmarca este tercer single, es el disco más personal de los publicados hasta ahora. El más maduro. Con él se acaba de reconciliar definitivamente con todo ese público, dentro del que me incluyo, al que decepcionó con ‘No es lo Mismo’ y ‘El Tren de los Momentos’, donde se debió de ver invadido por un espíritu hip-hopero estadounidense prepotente.
Con este nuevo sencillo acaba de afianzar sus orígenes, cuyo retorno comenzó con su anterior trabajo Paraíso Express. Y es que como predicaba Macaco en una de sus famosas canciones: “volver al origen no es retroceder, quizá sea andar hacia el saber”.
En concreto ‘Mi Marciana’ resulta una delicia, melodía y voz se unen de una manera muy sutil, cargando de inmenso valor a la letra. El videoclip, recién sacado del horno además, ha sido el resultado de la colaboración entre el cantante y el famoso grafitero Suso33 (Jesús Manuel Pinto García), creando así el arte dentro del arte.
Tampoco dejan indiferente el resto de canciones, el nivel en general es muy alto ‘Para decirle Adiós’ es otro bello himno en honor a su madre, que falleció mientras componía el disco. O canciones cómo ‘Yo te traigo 20 años’ o ‘La Música no se Toca’, se convierten en una declaración de intenciones. Un homenaje que él mismo ha hecho a toda su carrera musical, que aún promete ser muy larga.
P.D: Radios, teles y demás medios audiovisuales de difusión de masas, el ‘Corazón Partío’ tuvo su momento. Hoy por hoy cansa.
