Los alumnos del Máster de Periodismo Cultural tuvieron el placer de asistir el pasado miércoles 24 de enero a uno de los conciertos en los que jóvenes violinistas de la Escuela Superior de Música Reina Sofía ponen a prueba su talento.
Por todos es sabido que la exigencia a la que se ven sometidos los músicos es elevada. En la Escuela Superior de Música Reina Sofía, fundada por Paloma O’Shea, se prepara desde muy jóvenes a todos esos grandes talentos que despuntan tocando algún instrumento para que aprendan cuando son pequeños a enfrentarse a un público en directo.
Así, los alumnos del Máster de Periodismo Cultural y miembros de esta revista tuvieron el placer de asistir el pasado miércoles 24 de enero a un concierto de rodaje en el que varios jóvenes violinistas mostraron que, con trabajo y perseverancia, se puede lograr triunfar con violín en mano. Tras unas semanas de muchos eventos en el máster, esta vez ha sido el turno de la música clásica. El concierto fue en el Auditorio Sony, que se encuentra entre el Palacio Real y el Teatro Real en Madrid.
Este tipo de recitales son aprovechados por estos jóvenes músicos para rodar sus piezas y ver cómo calan ante el público y lo cierto es que, en el caso del evento del miércoles, fue un éxito. Con Ana Mirakyan acompañando al piano, los alumnos que tocaban el violín fueron sucediéndose uno tras otro en el escenario.
Los asistentes pudieron ver a Irene Herrero Martínez, Ekhi Martínez Imai, Francisco Javier Burgos Piquer, Donghyun Kim, Valentín Chong, Seonhye Song y Gustavo Adolfo Gil Guanipa. Todos ellos realizaron un concierto excelente. Sobre el escenario del auditorio había un gran piano negro de cola y cada violinista se colocaba delante de este para interpretar su pieza.
Las blancas luces del techo apuntaban directamente a cada uno de los alumnos que iban desfilando por el escenario. El público, por su parte, estaba completamente inmerso en escuchar y sentir el concierto. El programa se compuso de las siguientes obras:
- Concierto para violín y orquesta número 4 en re mayor K 218 de Mozart (reducción para violín y piano)
- Sonata para violín y piano número 2 en la mayor op 100 de Johannes Brahms
- Poema para violín solo y orquesta op 25 (reducción para violín y piano) de Ernest Chausson
- Sonata para violín y piano número 1 en la menor op 105 de Robert Shumann
- Concierto para violín y orquesta en re mayor op 77 (reducción para violín y piano) de Johannes Brahms
- Concierto para violín y orquesta en re mayor op 35 (reducción para violín y piano) de Pyotr il’yich Tchaikovski
- Concierto para violín y orquesta número 1 en la menor op 77/99 (reducción para violín y piano) de Dmitry Schostakovich
- Shpigl para violín solo de Òscar Colomina I Bosch
La fuerza, intensidad y destreza con la que todos los alumnos resolvieron el concierto fue digna de admirar. Todos estos jóvenes, sin duda alguna, poseen un talento innato para la música. Detrás de estas bonitas piezas que todos ellos tocaron casi sin despeinarse hay también muchas horas de esfuerzo, ya que el talento hay que cultivarlo.
Cada cual supo poner su propio estilo y pasión a su interpretación. En este sentido es inevitable hacer referencia al joven Donghyun Kim. El alumno dio vida a la Sonata para violín y piano núm.1 en la menor op 105 de Schumann dando todo un espectáculo en el que hasta su respiración iba al compás de la música. La humildad y sentimiento con los que vivió la interpretación, así como la sensibilidad y maestría con las que tocó, fueron extraordinarios.
El trabajo realizado con todos los alumnos por parte de la Escuela Superior de Música Reina Sofía es admirable. La entrega y dedicación de cada violinista es una facultad más que necesaria para que este tipo de eventos salgan bien. Sin lugar a duda, es todo un privilegio el poder asistir a conciertos para que los músicos cojan destreza y soltura ante el público. Eso sí, visto el espectacular concierto del miércoles, estos jóvenes violinistas parecen tener el escenario más que dominado.
