Los domingos, mientras la ciudad se recupera del fin de semana, un grupo de músicos del barrio madrileño de La Latina se reúne en la explanada de la antigua piscina municipal para actuar delante de quienes, como lagartijas al sol, quieran acercarse. Claudio H es uno de ellos. El argentino, con la sonrisa tatuada en el rostro, hace jazz con su guitarra como único acompañamiento, reggae, funky, candombe… y, sin pretenderlo, música protesta, ya que no hay mayor protesta contra las injusticias que cantarle a la vida, al amor y, como dice Alberto Cortez, a cualquier cosa que pueda el sentimiento recoger.
“Trato de nutrirme de la música con la que disfruto. Todo eso se va filtrando y así es como se van armando los ritmos. Es una fusión ecléctica que sale sola”, asegura el músico con el acento argentino que media vida en España sólo ha conseguido suavizar.
El cantante y guitarrista, demasiado volcado en su música como para centrarse en la promoción, hace un balance optimista de la situación actual del mercado musical: «El circuito en el que me muevo está creciendo con la crisis: hay más sitios para actuar y, aunque las condiciones son peores, se toca más.» Y añade con la buena onda que le caracteriza: «Conocer gente, escribir una canción, charlar con un amigo, una sonrisa linda… La mayor parte de las cosas que nos dan vida no dependen de la economía.»
Claudio H que, como la sociedad, confiesa vivir una época de transición personal y musical sin rumbo definido, prepara el lanzamiento de un nuevo álbum, su segundo disco tras El placer de volar. El músico argentino realizará el último concierto del 2011 esta noche a las 22:00 en el Colectivo La latina. Y para aquellos que no puedan asistir o se queden con ganas de más, Claudio H seguirá participando los domingos en los conciertos de los cantamañanas del solar que hay junto a la salida de metro de La Latina desde las 12:00 hasta que los edificios más altos de alrededor de la explanada tapen el sol y las lagartijas se marchen huyendo del frío.
