Se acaba la semana y qué mejor manera de despedirla que con un buen concierto que, en esta ocasión, vino de la mano de los siete miembros que forman Bongo Botrako. Uri, Nacho, Yayovah, Gorka, Xavi, Óscar y David eligieron Madrid para despedir una gira de noventa y tres conciertos que les ha llevado por toda la geografía española; y, según pudimos comprobar anoche, eligieron bien. Ellos no tienen el poder de convocatoria Vetusta Morla pero se marcaron un objetivo y lo cumplieron: llenar la Sala Caracol, y encima un domingo, ¿quién dijo miedo?
En realidad, se trata de un grupo bastante joven, tienen tan sólo tres años y medio de historia y un disco, pero ya se están haciendo un hueco en el panorama musical español y francés. Quizá sea por ese estilo tan característico suyo mezcla de rumba, reggae, punk y ska –un estilo al que han acabado bautizando «punk parranda»− o por la energía con la que salen al escenario, pero el caso es que el grupo catalán se crece en los conciertos y consigue meterse al público en el bolsillo. El de ayer duró una hora y media, y se hizo corto.
Todo comenzó a las 21:30 de la noche con Sylvester Skalone, una banda que resultó ser todo un descubrimiento. Estuvieron tocando media hora de la que destacó una versión ska de la musiquilla del videojuego Mario Bros. Y después, a eso de las 22:20, empezó Bongo Botrako. En la siguiente hora y media dieron un repaso a su primer y único disco y nos regalaron además dos temas nuevos y una versión ska del ‘Volare’ de Bobby Rydell. Todo esto en un continuo ambiente de fiesta en el que corría la cerveza y el público no paraba de cantar, bailar y saltar. Destacaron ‘Bonobo‘, ‘Llegará la primavera‘ y ‘Todos los días sale el sol‘, canción que da título al disco y a la gira, y que dejaron para el final en una maniobra muy acertada ya que consiguieron ese cierre apoteósico en el que el público se vuelve loco que da el broche final a todo buen concierto.
