Analogic es el álbum debut de la banda murciana del mismo nombre. Creatividad, personalidad y aplomo que sorprenden en una banda tan joven. Los poderosos riffs de guitarra de Andrés Monge, los golpes de batería de Alberto Botías, el dominio de los sintetizadores y los teclados de Julio Hidalgo, las voces de Juan Abellán, todo perfectamente orquestado, nos acercan a una fiesta desbocada, a un baile hipnótico con ritmos que te levantan de la silla, a un cabaret alternativo o a una evocación nostálgica con tintes psicodélicos y sureños. El debut de Analogic es, ante todo, un álbum ecléctico. La producción de César Verdú es rica y la base perfecta para el objetivo principal de este disco: no parar de bailar ni bajo las más oscuras premoniciones.
Estribillos irresistibles ya desde el primer corte. ‘Gliese 581C’, un irremediable viaje de huida hacia un nuevo planeta para salvarnos de la devastación terrestre, empuja al baile y al desenfreno. ‘Sex on the beach’ sigue la fiesta alegre y despreocupada, reinterpretando la energía y claves del garaje-punk más setentero. ‘Living to die’ es nostálgica y desafiante, con guitarras rápidas que contagian a la primera. ‘Bad Trip’ te traslada a un estado en el que es imposible deajar de mover las caderas: rock and roll, distorsión y éxtasis infinito.
En el momento justo llega ‘Interlude’ para recordarnos que vamos hacia ese nuevo planeta y no todo es fuerza y contundencia. Las voces de pop corales invaden canciones como ‘Red Room’ o ‘Need’, un pop-rock con influencias sureñas y mensaje salvaje. En esta línea coral, llega la pegadiza y adictiva ‘Scream’ y tras ella “Wish there was a heaven. Hacia el final del viaje, el rock de ‘Blink’, para terminar con el desafiante revival post-punk de ‘Try to Hide’. Once cortes que auguran un prometedor pistoletazo de salida para Analogic.
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